Se consumó lo inevitable. En la mañana de ayer sábado se procedió a la tala de las seis palmeras centenarias en mal estado de salud de la plaza del Ayuntamiento de La Orotava. Fue “un momento triste e histórico” para muchos villeros, ya que estos ejemplares tenían 112 años de vida. Pero, tal y como recalcaron desde el Gobierno municipal, “ante todo debe primar la seguridad de las personas y los bienes públicos y privados, ya que debido a las numerosas afecciones que padecían las palmeras y su gran peso, existían muchas probabilidades de que cayeran y generaran algún daño mayor”.
Los trabajos transcurrieron sin problemas, desde las 7.00 de la mañana hasta poco después de las 15.00 horas, aproximadamente. El edil delegado de Servicios Generales, Felipe David Benítez, detalló que “en los troncos de las seis palmeras retiradas se han registrado nuevas oquedades no detectadas anteriormente en el estudio, ya que estaban más internas”. En algunos casos se podían observar heridas por varios lados del tronco, que en algunos puntos dejaban sostenida la palmera en apenas 15 centímetros, algo muy peligroso teniendo en cuenta el peso y la longitud de estos ejemplares. Asimismo, se observó gran cantidad de materia muerta, que es la corteza de color grisácea.
Benítez anunció que mañana mismo se iniciarán los trabajos para retirar los restos del tronco que quedan unidos a la raíces, además de comenzar la preparación del espacio para la plantación de siete nuevas palmeras (ya que se repone la que se cayó hace años por un temporal de viento), que tendrán una altura de dos metros, aproximadamente, con el fin de que puedan enraizar y crecer con total seguridad para las cientos de personas que diariamente transitan en la zona, y haciéndolo compatible también con los numerosos actos culturales que se celebran en la plaza.
La drástica medida se tomó tras diversos análisis técnicos, cuyos resultados determinaban que seis palmeras de la plaza del Ayuntamiento se encontraban en muy mal estado y corrían el peligro de caerse. Se detectaron daños de consideración en los troncos y, en algunos casos, en un corto espacio longitudinal presentan grandes oquedades. Así, algunas alcanzan y superan el 25% del diámetro, que se establece como el límite a partir del cual no se puede garantizar la estabilidad biomecánica de los ejemplares afectados y pueden fracturarse. Además, los troncos sufrían ataques de insectos minadores (larva conocida como taladro) y hongos en tejidos muertos. Por todo ello, los técnicos aconsejaron la inmediata tala de estos ejemplares, para evitar daños a las personas y en los bienes privados y públicos.
El alcalde villero, Francisco Linares, y el edil delegado de Seguridad, Narciso Pérez, junto al de Servicios Generales, Felipe David Benítez, permanecieron toda la mañana en lugar para seguir la operación, que transcurrió con total normalidad.
Recolectan semillas para obtener ‘hijos’ de las palmeras perdidas
El concejal de Servicios Generales, Felipe David Benítez, indicó “que se han cogido semillas de estas palmeras para sembrarlas en el vivero municipal e intentar obtener hijas de ellas, lo que sería todo un logro”, puntualizó. De obtenerse nuevos ejemplares, se utilizarían los próximos años en jardines municipales.
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