El pasado domingo saltaron las alarmas cuando, según publicó el periódico El País, la Policía Federal brasileña estaba investigando una trama de corrupción que involucraba a procesadoras de carne e inspectores agropecuarios del ministerio de Agricultura brasileño que autorizaban la comercialización de productos sin cumplir las normas de calidad exigidas. De hecho, la Unión Europea, manifestó rapidamente su preocupación por este hecho y admitió sentirse francamente “preocupada” por el este escándalo.
El presidente de la Federación de Alimentación e importador, especialmente de carne de terceros países, Francisco Gómez, lanzó ayer un menjsaje tranquilizador a la población y señaló que las partidas que están siendo investigadas en Brasil son de productos procesados (hamburguesas, salchichas, etc) y no naturales, como puede ser el pollo. “Hay que dejar trabajar a los investigadores, pero la carne que viene a Europa y Canarias no está afectada”, aseguró. De hecho, la Comisión Europea aclaró ayer que está manteniendo “intensos” contactos diplomáticos con el fin de aclarar la situación señaló el portavoz del Ejecutivo comunitario Enrico Brivio a Europa Press.
“Es importante decir, sin embargo, que por el momento no ha habido alertas específicas sobre carne de Brasil en el mercado europeo”. Bruselas ha asegurado en todo caso que está siguiendo “de cerca” el caso y permanece “extremadamente vigilante” con respecto a los “controles obligatorios a las importaciones de productos de animales de Brasil”.
Además, Brivio señaló que la Comisión Europea “está en el proceso de garantizar” que se suspenda el derecho de exportar a la UE de cualquier parte “implicada” en el fraude e instó a los Estados miembros a ser “vigilantes” y ha “incrementar los controles a carne procedente de Brasil”. “Cualquier futura exportación tendrá que cumplir la alta calidad de alimentos y los altos estándares de la legislación europea y haber pasado un sistema creíble de certificación y control”, señaló también el portavoz de Comercio de la Comisión Europea, Daniel Rosario.
Precisamente, ésta es una queja constante de los ganaderos y agricultures canarios. Desde Asaga, por ejemplo, se ha reiterado en varias ocasiones la necesidad de limitar la entrada de productos procedentes de terceros países a las Islas o “exigirles que, al menos, lo hagan en las mismas condiciones sanitarias”, declaró el secretario de Asaga, Hernán Tejera.
“Es cierto que la capacidad ganadera del Archipiélago no da para atender a toda la población, pero al menos lo que pedimos es que todos estos productos, sea carne como fruta o verdura, entre en las mismas condiciones. Los animales de los que procede la carne de terceros países, Brasil o Argentina, comen pienso y son tratados con antibióticos que la Unión Europea prohíbe; sin embargo entran en Canarias en las mismas condiciones y esto hace que nosotros no podamos competir en igualdad de condiciones. Si todo esto se controlara”, matizó Tejera, “lo que acaba de ocurrir con la carne en Brasil o con otros productos, no pasaría”. Tejera recordó a las autoridades que primero “hay que potenciar la salud” por encima del precio.
Estrategia común para un mayor control a los terceros países.
El consejero de Agricultura, Ganadería, Pesca y Aguas del Gobierno de Canarias, Narvay Quintero, mantuvo la pasada semana una reunión con los representantes de todas las asociaciones agrarias de Canarias precisamente para ultimar una estrategia común para reclamar a Bruselas un mayor control de la producción procedente de terceros países. Según Asaga a los terceros países no se les exige el cumplimiento de la misma normativa, con lo que se convierten en una competencia desleal. “Europa debe ser igual de exigente con sus productores que con los de fuera. Tenemos un grave problema”.
Hemeroteca
Publicidad
Esquelas