Piden 25 años de cárcel para el joven que mató a Saray González

El abogado de la familia ha presentado las conclusiones a la Audiencia, en las que añade el agravante de ensañamiento, que no contempla el Fiscal, que solicita veinte años de prisión
El abogado Ignacio Pastor Teso. | D. S.

El abogado de la acusación va a por la máxima condena que contempla el Código Penal para el joven que arrebató la vida de la palmera Saray González, de 26 años de edad, a finales de octubre del año 2015 en Las Palmas de Gran Canaria. Ignacio Pastor Teso acaba de presentar ante el Juzgado de Instrucción número 7 el escrito de conclusiones, donde solicita una condena de 25 años de cárcel por el delito de asesinato con alevosía y ensañamiento.

En este caso, la acusación particular discrepa de la pública en sus conclusiones, ya que la Fiscalía ha pedido un condena por asesinato, de 20 años de cárcel, sin el agravante de ensañamiento, que es lo que trata de demostrar Pastor Teso en su escrito contra Alberto Montesdeoca, que confesó haber cometido el crimen un par de semanas después de este suceso que conmocionó a la sociedad palmera.

Pastor Teso sostiene que Alberto Montesdeoca “prolongó la agonía de la víctima”, por lo que defiende que hubo ensañamiento en su actuación criminal contra la joven estudiante palmera, que califica, además, como un asesinato “a sangre fría”, recordando el título del célebre relato de Truman Capote. “Hubo intención de matarla, eligió un objeto contundente para hacerlo y los golpes fueron contra órganos vitales”, recalca el letrado en representación de la familia de Saray González.

Al abogado no le cabe duda de que hubo un ataque voluntario y no fue nada fortuito. Su argumentación la ha avalado, entre otras cosas, con el informe de los forenses. Además, indica que del estudio psiquiátrico realizado al acusado se deduce que en el momento de los hechos, “en todo momento, sabía lo que hacía”, hasta el punto de que en su confesión “reconoce que quería terminar con su vida”.

Cabe recordar que los hechos sucedieron el 28 de octubre de 2015, cuando Saray fue hallada tirada en el suelo de la vivienda por su compañera de piso, ubicado en la calle Pérez del Toro, dando inmediatamente la voz de alarma a la Policía del dramático suceso. La investigación policial se centró en el entorno de la víctima, hasta la confesión del vecino, de 19 años de edad, que vivía en el piso de abajo y estudiaba ingeniería en la Universidad de Las Palmas, donde Saray también estaba realizando su carrera, Relaciones Laborales.

El abogado de la acusación ha señalado en una entrevista anterior realizada por este periódico que no existían motivos de enfrentamiento entre los dos vecinos, más allá de “nimiedades” en la convivencia en un edificio antiguo donde se escuchan hasta los pasos de una casa a otra. “Saray era una estudiante ejemplar, sana, una chica responsable, toda la gente hablaba muy bien de ella”, comenta. Lo que está claro es que no existía ninguna razón que condujera a algo “tan abyecto, salvaje y brutal”, añadió.

En noviembre del año pasado, los compañeros de Saray González, de Relaciones Laborales de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, pusieron una placa en memoria de Saray González , en el edificio de la facultad, en un acto al que acudieron sus padres y el abogado que representa a la familia.

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