Sánchez: “En España no ha cambiado nada tras la abstención del PSOE”

El candidato a recuperar la secretaría general de los socialistas atrae a cerca de un millar de personas hasta el Aguere Espacio Cultural, de las que más de 200 se quedaron fuera del recinto
Foto ANDRÉS GUTIÉRREZ

El candidato a la secretaría general del PSOE Pedro Sánchez abarrotó ayer el Aguere Espacio Cultural de La Laguna. Fueron unas 600 personas en el salón de actos, otras 200 en la cafetería del local -que pudieron seguir el mitin por una pantalla gigante- y otras 200 fuera del recinto, que se quedaron con las ganas de ver al líder socialista. Sánchez desgranó en su visita a Tenerife las ideas que va pregonando por toda España, con el lema de “Sí es sí”, una reformulación de su propio “No es no a Rajoy”. En este contexto, el ex dirigente del PSOE se cuestionó “cómo se puede justificar la abstención” de su partido, que propició que el PP volviera a gobernar. “¿Qué ha cambiado en España con Rajoy? Nada: yo sigo viendo a quienes nos engañaron, a Bárcenas en la calle, sin devolver el dinero, y a Rajoy en la Moncloa”, añadió.

Sánchez, que dimitió el pasado año como diputado para no tener que apoyar a Rajoy, y también como secretario general tras dimitir más de la mitad de la ejecutiva y no apoyar su línea la mayoría del Comité Federal, reclamó que el PSOE vuelva a ser “el partido de la izquierda”. Advirtió de que “hay poderes ajenos al PSOE que quieren ver a este partido subalterno del PP, y que nuestro proyecto político no llegue a buen puerto”. Y lanzó un aviso a navegantes: “El que yo lidero es autónomo, porque soy un político libre”.

En el público estaban algunos destacados socialistas de la isla, como el vicepresidente del Cabildo, Aurelio Abreu; el exdiputado nacional José Segura; o el concejal lagunero Javier Abreu, entre otros cargos públicos insulares y municipales. Era un auditorio que, como en todo mitin político, le ovacionaba por momentos, como aquel en el que el candidato socialista se refirió al apoyo prestado por expresidentes del Gobierno, como José Luis Rodríguez Zapatero y Felipe González, a Susana Díaz, aspirante también a la secretaría general del PSOE: “Los socialistas nos sentimos orgullosos de su gestión, pero ellos, si tuvieran 35 años menos, estarían aquí con nosotros, apoyándonos”. En un acto en el que se mostraron algunos carteles de “no a las gestoras” (en alusión a la situación de provisionalidad de los órganos dirigentes PSOE a escala regional, insular y en algunos municipios), Sánchez defendió el derecho de los militantes a elegir a su secretario general y también los pactos de gobierno, “como ya hacía el fundador del partido, Pablo Iglesias”.

Foto ANDRÉS GUTIÉRREZ

En este punto, planteó que la “solución” política para España debe ser en la línea de lo que ocurre en Portugal, donde hay un presidente socialista con apoyo de fuerzas progresistas, por lo que cree que, colaborando con la derecha, “el PSOE no ganará”.

En ese drama interno que ha vivido el PSOE por la controversia sobre su abstención en la investidura presidencial de Rajoy, Sánchez resumió su experiencia al respecto: “Yo fui coherente y pagué por ello un precio. Espero que sea la última vez que un secretario general tiene que dejar su cargo así. Han sido unos meses duros, desde octubre”.
Lamentó que, desde su dimisión su partido adolezca de “falta de liderazgo”, y previno de que “un PSOE sin líder solo tiene un beneficiario: Rajoy”.

Sobre el ideario del partido, se presentó como el garante de las esencias socialistas, frente al sector más proclive a un entendimiento con el PP. “Yo creo en un PSOE de izquierdas, pero no propongo un giro a la izquierda, sino que volvamos a ser el partido de referencia en la izquierda, para lo cual hay que actualizar y renovar el credo socialdemócrata en Europa”. Eso sí, sin olvidar la reivindicación de “los valores de la Revolución Francesa: libertad, fraternidad e igualdad”.
Pedro Sánchez reivindicó el federalismo para resolver el órdago soberanista catalán, las políticas de igualdad, el ecologismo y el laicismo (prometió derogar los acuerdos con la Santa Sede y que la Iglesia pague el IBI).

Foto ANDRÉS GUTIÉRREZ

Pese a que el exsecretario general socialista no goza del apoyo de los principales barones y baronesas del PSOE, no se rinde, porque, proclamó, “el orgullo de la historia del partido no pertenece a su aparato, sino a sus militantes”. “Esta ola de cambio es imparable, porque surge desde la base, no desde arriba”, arengó ante un público entregado. El que se quedó en la calle solo pudo ver su saludo al entrar en el Aguere Espacio Cultural.

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