Tres jóvenes de la Isla representan a España en el Parlamento Europeo

El Premio Carlomagno reconoce el mapa diseñado con pictogramas, que puede ser interpretado por personas con discapacidad
Los tres jóvenes galardonados, Víctor, Kenza y Daniel, durante la entrevista concedida a este medio ayer no podrían reprimir su alegría. DA

Cada vez son más los jóvenes que se implican y se concienciar para aportar su granito de arena con el fin de mejorar la sociedad. Ejemplo de ello son tres estudiantes tinerfeños de 16 y 17 años que el próximo día 24 de mayo representarán a España en el Parlamento Europeo. Cuando salieron las bases del Concurso Carlomagno, una galardón de reconocido prestigio, los jóvenes decidieron presentarse a la categoría nacional, simplemente como una experiencia. Poco a poco fueron echando horas, sacadas de su tiempo libre, y hace unos días ese trabajo fue recompensado: habían sido seleccionados para representar al país en el certamen europeo.

Aí lo explican a DIARIO DE AVISOS Víctor Alonso Álvarez-Buylla, Daniel Cortés Balaguer y Kenza El Jazouli, los premiados. Entre los objetivos del galardón se encuentra el de fomentar la integración, temática que motivó a los tres jóvenes a diseñar la iniciativa ganadora, la cual se impuso a otros diez proyectos presentados en España. Bajo el título Europe for all, los tres estudiantes de Primero y Segundo de Bachillerato, residentes en el sur de Tenerife, quisieron derribar barreras.

Primero la de los idiomas, y segundo, y más importante, la de la discapacidad, ya que su idea busca dar a conocer el continente europeo a todas las personas de igual manera, sin atender a nacionalidades ni a discapacidades. Para ello, los jóvenes diseñaron un mapa de la Unión Europea (UE) dando a conocer algunas de las característcas más significativas de cada país a base de pictogramas, de tal manera que cualquier persona, independientemente de si padecen o no alguna discapacidad, puede descifrarlo. En el mapa han recogido un monumento, una comída típica y un personaje significativo que haya aportado algo a la historia de este país. Además, el proyecto fue completado con la traducción a pictogramas de la Carta Universal de Derechos Humanos.

Pese a que los participantes no contaron prácticamente con apoyo, salvo el de sus familias y que muchos de los otros proyectos eran de grupos de más miembros, la mayoría elevados por asociaciones que contaban con patrocinadores, el jurado español -compuesto por María Teresa Giménez, Enrique Guerrero (ambos diputados europeos) y Julia Chica (presidenta del Consejo de la Juventud de España)- decidió el pasado día 10 que la propuesta tinerfeña fuera la que defendiera a España y se disputara con los 27 países restantes los tres premios que se entregarán.

Tal y como refleja el acta del jurado, la decisión de elegir al proyecto canario se basa en la edad de los participantes y que “supone una excelente aportación en la lucha por la igualdad de todos los europeos y de lucha contra la discriminación”. Además, explican que “ofrece una herramienta de comprensión y de comunicación alternativa para acercar los valores europeos a ciudadanos con dificultades de atención, memoria, lenguaje o trastornos generalizados de desarrollo”. Recalcan, también, que esta iniciativa “puede servir de modelo y ejemplo práctico y concienciación para el resto de países de la Unión Europea”.

Se trata de la primera vez que una iniciativa canaria recibe este galardón y que representa al país en este certamen. Ahora, la idea es que los tres participantes puedan asistir a la ciudad alemana de Aquisgrán, donde se unirán al resto de países.

Los inicios

¿Qué lleva a chicos de 16 y 17 años a participar en un proyecto de esta índole?. Pues en este caso, fue Víctor quien descubrió la convocatoria, ya que anteriormente había formado parte de iniciativas más o menos similares. El joven se lo comentó a Daniel y a Kenza, que no dudaron en sacar horas de donde fuera para preparar este proyecto. De hecho, los jóvenes tuvieron que compaginar la época de exámenes y las vacaciones de Navidad para elaborar esta guía a base de pictogramas, de los cuales, la mayor parte también ha sido diseñada por ellos. En cuanto al tema, poco a poco se fue definiendo. Aunque se barajaron otras opciones, como la crisis de los refugiados de Siria, finalmente apostaron por la inclusión en el ámbito de la discapacidad.

Junto a estos tres jóvenes, se puede decir que el proyecto contó con un cuarto miembro. Se trata de Marc, el hermano pequeño de Daniel, que padece autismo y que ha servido a modo de conejillo de indias para comprobar que todos los pictogramas podían ser entendidos por él. Precisamente, Daniel incide sobre la importancia de la concienciación a la hora de fomentar la integración, ya que lo ha vivido en primera persona.

Con este proyecto, los tres jóvenes quieren así poner su granito de arena en la sociedad para que, poco a poco, se vaya fomentando aún más la integración. “Queremos transmitir que ninguna persona que tenga una discapacidad debería ser tratado de distinta manera, todos nos merecemos una oportunidad”, explica Víctor. “Si este proyecto sirve para que una sola persona se conciencie y haga algo, nos damos por satisfechos”, añade.

A la hora de contabilizar las horas que les ha llevado -que además tiene una parte auditiva para personas con problemas visuales- les es imposible dar una cifra. “Estábamos mucho tiempo los fines de semana, e incluso, cuando no nos podíamos juntas, hacíamos videoconferencia”, recuerda Kenza. Ahora, solo queda disfrutar de la experiencia y confiar en que serán los elegidos. Aún así, kllegar hasta aquí ya es un premio.

Una iniciativa de 2008 para implicar a la juventud

El Premio Carlomagno de la Juventud es una iniciativa del Parlamento Europeo y de la Fundación Premio Internacional Carlomagno de Aquisgrán. Su objetivo es promover la comprensión de los jóvenes a escala europea e internacional para que estimulen el desarrollo de un sentido compartido de la identidad y la integración europea. Esta iniciativa se puso en marcha en el año 2008 con el objetivo de que los jóvenes participen en el el futuro de la Unión Europea. Entre los requisitos para concurrir se encuentra tener entre 16 y 30 años.

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