El vandalismo se hace fuerte en las piscinas municipales portuenses

DIARIO DE AVISOS obtiene las imágenes del estado deplorable de la que fue sede del Martiánez de waterpolo, ahora pasto de indigentes, gamberros y drogadictos
VANDALISMO PISCINA MUNICIPAL PUERTO 1
VANDALISMO PISCINA MUNICIPAL PUERTO 1
La falta de mantenimiento y la visita de indeseables se hace notar ya en el recinto. DA

Las piscinas municipales del Puerto de la Cruz, ubicadas en el Paseo de Luis Lavaggi, se encuentran abandonadas y ahora son pasto de la acción de los vándalos, además de albergar habitualmente a consumidores de sustancias estupefacientes e incluso dan cobijo a personas sin hogar. Así se desprende de los numerosos informes elevados por efectivos de la Policía Local portuense a este respecto, sin que por ahora haya trascendido los planes que baraja el Ayuntamiento para acabar con tales incidencias y evitar que el patrimonio local se siga deteriorando por la falta de mantenimiento.

Según los datos a los que ha tenido acceso este periódico, los agentes han podido comprobar in situ en reiteradas ocasiones que los gamberros han hecho de las suyas en un lugar que, hasta hace poco, albergaba deporte de élite, por cuanto allí disputaba sus partidos el equipo de Waterpolo del Club Natación Martiánez, que competía en División de Honor hasta que en 2011 los problemas económicos del club forzaron su retirada de la alta competición. Estas piscinas también fueron la casa de otro club de natación, el Océano. Tales datos vienen a cuento porque los vándalos se han cebado con algunos de los trofeos que aún se guardan en estas instalaciones. Mucho peor es que allí permanecen numerosos archivadores con documentación de dichos clubes, en la que figuran incluso datos personales de sus miembros y que han sido ojeados y en parte destrozados por los indeseables visitantes de este lugar.

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Trofeos y documentación del Martiánez, al alcance de los gamberros. DA

En los informes policiales, los agentes llaman la atención sobre la necesidad de poner coto de alguna manera a este abandono, por cuanto implica un foco de inseguridad ciudadana para la zona, además de otros inconvenientes como son la insalubridad propia de unos inmuebles sin el mínimo mantenimiento.

Las piscinas municipales del Puerto de la Cruz fueron inauguradas el 18 de julio de 1975, y su futuro está ahora en juego. A primeros de los corrientes, el presidente del Cabildo de Tenerife, Carlos Alonso, explicó que “tendrán que reconstruirse casi por completo” para hacer realidad el prometido proyecto de convertirlas en el Centro Insular de Tecnificación en Natación. Ello se debe, explicó, a que el deterioro de la instalación no deja más remedio que demoler y reconstruir, por lo que el proyecto tendrá un coste que rondará finalmente los 6 millones de euros. “Hemos tenido que desechar la opción de ejecutar en proyecto en dos fases porque la situación de la piscina eran tan negativa que no cabe una rehabilitación para luego introducir más mejoras en el futuro”, detalló entonces Carlos Alonso.

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A la espera de su demolición, se ha convertido en un foco de inseguridad. DA

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