El mamotreto ubicado en la Avenida Marítima por el propio Ayuntamiento capitalino, contraviniendo normas dictadas por la corporación para la protección de su casco histórico y zonas anexas, será reubicado en un plazo previsto de seis meses en una instalación propiedad del Cabildo, concretamente perteneciente al antiguo Parador de Turismo.
Al menos ese es el planteamiento del consistorio, que ya ha solicitado a la institución insular esa reubicación tras recibir el informe de Patrimonio del Cabildo, que contradijo la ubicación escogida por el consistorio en plena Avenida Marítima, argumentando que el espacio donde ya está terminado el mamotreto de cuatro metros de largo y dos de alto, se encuentra en Suelo Urbano de Interés Cultural, un área exterior al núcleo capitalino que desde el año 1972 fue declarado Bien de Interés Cultural.
El concejal de Obras y Servicios Públicos del Ayuntamiento capitalino, Manuel Abrante, defiende que “la obra se realizó por interés general y público” y recuerda que “de no haber sido así, ni siquiera hubiéramos podido celebrar los Carnavales. Entendíamos que no estábamos incumpliendo ni mucho menos ninguna norma”.
El responsable municipal de Obras quiso recalcar que “las opiniones entre arquitectos y técnicos, así como entre abogados, es contradictoria y aunque no hemos optado por actuar así para evitar más problemas, nos han asegurado que podíamos haber optado por mantener en el lugar actual la obrar en base al interés público”.
Desde el Ayuntamiento capitalino ya advierten de que los plazos previstos para realizar el traslado, y derribar la estructura que alberga el cuadro eléctrico imprescindible para dar cobertura en energética a los servicios con los que contará la nueva playa, se cumplirán toda vez que el Cabildo conteste de forma favorable a su solicitud. De no ser así, tendrán que acudir a la negociación con propietarios particulares de la zona, lo que supondrá una dilatación de los tiempos y trámites mucho más engorrosos. Abrante señala que “cuanto más lejos se traslade el cuadro eléctrico, mayor coste supondrá”.
La alternativa del soterramiento de la instalación, planteada por algunos vecinos y comerciantes también fue planteada por los grupos en la oposición en el consistorio, Ciudadanos y Nueva Canarias, es descartada por el grupo de Gobierno por entender que suponía un riesgo de inundación de la instalación eléctrica.
El conocimiento de este conflicto, surgió a raíz de la denuncia de algunos vecinos y grupos políticos en el consistorio, después de que el Ayuntamiento decidiera, sin solicitar el preceptivos informe a Patrimonio, ubicar el cuadro eléctrico de dos metros de alto por cuatro metros de ancho en la Avenida Marítima, ocupando espacio en Suelo Urbano de Interés Cultural. Los vecinos y los grupos políticos de Nueva Canarias y Ciudadanos advirtieron de que la obra se ejecutó con prisas para poder dar eletricidad al escenario y los equipos que se instalaron con motivo de la celebración del Carnaval.
El Ayuntamiento explicó en su momento que la Demarcación Provincial de Costas, ya había denegado la instalación de esta infraestructura en la zona de transito de la playa, por lo que el Ayuntamiento buscó lo que Abrante consideró, junto con los técnicos municipales, la mejor alternativa. El informe emitido por el Patronato de Patrimonio en el Cabildo fue originalmente solicitado por Ciudadanos.
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