La ‘fruta de sartén’ que hace Cupido

La churrería La Vega Lagunera, que regentan Antonio Díaz y su mujer, María Olga López, tiene fama de provocar “enamoramientos”
Antonio aprendió a hacer churros con su padre, que era panadero, y él fue quien le transmitió el “secreto”. S. Méndez

Los churros son popularmente conocidos en casi todos los rincones del mundo. Cuenta la leyenda que la receta de este producto fue traída a Europa por los portugueses desde China. Otra teoría es que los inventaron pastores españoles para sustituir la pastelería fresca. Lo cierto es que los churros son una fruta de sartén que motiva el deleite de millones de personas, especialmente cuando son degustados y compartidos con chocolate.

Antonio Alexis Díaz, junto con su mujer, María Olga López Santana, dueños del restaurante bar cafetería La Vega Lagunera (La Laguna), son los artífices de que muchas parejas se hayan conocido gracias a sus deliciosos churros del amor. Así los llaman.

Antonio explica que “la idea de poner los churros viene de un negocio familiar de 34 años al servicio de cara al público. El origen de optar por la tradicional masa de los churros procede de mi familia paterna, que eran panaderos. Mi padre fue mi maestro. Él me enseñó su experiencia y los secretos del oficio. Años más tarde, decidimos mi mujer y yo hacer la masa de los churros.” Y saltó la magia. Aseguran que, a partir de ese momento, los churros del amor del restaurante bar cafetería La Vega Lagunera vienen siendo los protagonistas de muchas historias de enamoramiento.
En horas puntas, esta cafetería abre sus puertas con el objetivo y la ilusión de hacer los preparativos de sus ya famosos churros del amor. Curiosamente, y como si se tratase de una peregrinación santuaria, cada día muchas personas de distintos puntos de la Isla, incluyendo gente de la Península que está de vacaciones o que reside en Tenerife, se dan cita en las puertas del local para degustar el delicioso manjar de sartén que elabora el señalado y popular matrimonio lagunero. “El secreto de la masa -comenta la joven pareja, que tiene dos hijos, Alexis y Daniel- radica en el amor, cariño e ilusión que ponemos en su elaboración. Los ingredientes que lleva son como casi todos los churros, pero nosotros le ponemos algo que los demás no tienen”. La receta es un absoluto secreto. Candelaria González, una asidua cliente lagunera, reconoció que “gracias a los churros del amor conocí al que hoy es mi marido”. Otro cliente, Francisco González, señaló que “no estoy casado, pero mientras hacía cola para comprar churros conocí a la que actualmente es mi pareja”.

Antonio y su mujer, María Olga, atienden la cola de clientes. S. M.

No es casualidad. Por todo ello, y de manera curiosa, afirma Antonio Alexis Díaz que “algunas personas que no tienen pareja vienen a la cafetería La Vega Lagunera con el objetivo prioritario de poder encontrar el corazón de Cupido, dios del amor”.

Así es como nacen nuevas historia sentimentales, a través de los famosos churros de la cafetería La Vega Lagunera, donde muchas personas hacen cola para encontrar su media naranja con el pretexto de unos churros bien calientes.

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