La instrucción judicial indaga en las obras realizadas por Banesto

La titular del Juzgado Número 3 de Arona quiere tomarle declaración a quien ocupaba la subdirección de la entidad cuando se acometieron las reformas en la planta baja del bloque
Una cuarta parte del bloque de viviendas quedó en pie y fue derribado en los días posteriores, una vez que fueron obtenidas las pruebas necesarias para la investigación. Sergio Méndez
Una cuarta parte del bloque de viviendas quedó en pie y fue derribado en los días posteriores, una vez que fueron obtenidas las pruebas necesarias para la investigación. Sergio Méndez
Una cuarta parte del bloque de viviendas quedó en pie y fue derribado en los días posteriores, una vez que fueron obtenidas las pruebas necesarias para la investigación. Sergio Méndez

La juez que investiga las causas y responsabilidades del derrumbamiento del edificio Julián José ha encargado distintas acciones dirigidas a esclarecer una posible relación entre las obras que acometió Banesto en el local de la planta baja hace ahora 14 años y la caída del bloque de viviendas.

En concreto, tal como adelantó este periódico el pasado 7 de abril, la titular del Juzgado de Instrucción Número 3 de Arona, Sofía Elena Valdivia, quiere tomarle declaración a la persona que ocupaba el cargo de subdirector de la entidad bancaria en el período en el que se realizaron las obras, que consistieron en la “eliminación total de los cerramientos de la fachada de la planta baja, junto con el diseño asimétrico de la estructura”, según consta en las conclusiones del primer peritaje encargado por la comunidad de propietarios, en abril de 2004, a raíz de la aparición de grietas en el inmueble.

Paralelamente, la juez ha enviado al Banco de Santander, entidad que acabó absorbiendo a Banesto en mayo de 2013, un oficio para que proceda a identificar a los responsables del departamento de inmuebles cuando se ejecutaron las reformas. Por tanto, el foco de la investigación se dirige a la entidad que acometió los trabajos, a la que ya señalaban dos informes técnicos encargados por el Ayuntamiento a empresas externas.

Las labores de derribo del edificio ofrecieron imágenes emotivas y cargadas de simbología. Sergio Méndez
Las labores de derribo del edificio ofrecieron imágenes emotivas y cargadas de simbología. Sergio Méndez

Para determinar las causas técnicas del desplome, el Ayuntamiento de Arona encargó a las empresas Atlante SLU y al Instituto Técnico de Materiales y Construcciones (Intemac) sendos trabajos de ingeniería forense, independientes entre sí, cuyos resultados se entregaron en el juzgado el 7 de septiembre de 2016, en el caso de Intemac, y el 7 de noviembre, en el de Atlante SLU.

El estudio de Atlante revela en sus conclusiones que, “sin duda, parecen determinantes, como causa del colapso, las actuaciones que tuvieron lugar en el inmueble”, y apunta que la “eliminación de paredes fue determinante en dañar el edificio hasta su ruina, en concreto la actuación que se produjo en el local A (entidad financiera) en 2003”. También incide en la “falta de observancia del deber de conservación de los propietarios, y más en concreto al propietario en origen del local A, el cual intervino en la estructura dejando el edificio en una situación de equilibrio inestable y oculto a la vista”.

El segundo estudio, encargado a la empresa Intemac, indica que “es más que probable que los tabiques y cerramientos, de rigidez notable, estuvieran absorbiendo parte de los esfuerzos de la estructura a pesar de no estar concebidos para tal efecto”. El informe también señala que “detrás del hundimiento está, probablemente, el fallo de un pilar por una deficiente calidad del hormigón”. También apunta que “parece deducirse que el colapso hubiera comenzado por uno de los pilares de la parte interior del edificio”.

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