Leo Minax: “El ‘jazz’ hace libres a todas y cada una de mis canciones”

Leo Minax se dedica a hacer canciones y a vestirlas luego con ritmos de jazz o bossa nova
Foto: Ale Megale

Leo Minax se dedica a hacer canciones y a vestirlas luego con ritmos de jazz o bossa nova. Es brasileño de nacimiento y madrileño de residencia, el lugar “que le ha acogido como a uno más”, asegura durante la entrevista concedida a DIARIO DE AVISOS. Minax sabe cómo conjugar su elegante timbre de voz, sus letras brillantes y los sonidos que aportan los músicos de su nueva banda, Mistoquente. Todos esos ingredientes dan forma a su último trabajo discográfico Trinta, que sigue sin publicarse. Un álbum que, continúa, “lo dedica a Madrid, por llevar 30 años siendo su casa”. Minax viaja ahora a Tenerife, al Espacio Cultural CajaCanarias de Santa Cruz, donde el viernes, día 21, a las 20.00 horas, ofrecerá un concierto del ciclo Pasionari@s.

-¿Qué prepara para su visita a la Isla?
“Para los tinerfeños llevo en esta ocasión el que considero es el proyecto de mi vida, el que siempre soñé. Me acompañarán Borja Barrueta, a la batería; Vic Moliner, al bajo, y Moisés Sánchez, al piano. Interpretaremos algunos temas del nuevo disco, que me gustaría poder presentar ya, pero debemos esperar un poco”.

-¿Qué es Mistoquente?
“Mistoquente en portugués significa sándwich mixto. Para mi banda es también una metáfora: somos como un sándwich de música [ríe]. Junto a estos artistas di forma a Trinta (en portugués, 30), el título del nuevo álbum, que son los años que llevo viviendo en Madrid. Un homenaje a la ciudad”.

-¿Desde Belo Horizonte, en Brasil, a París, Inglaterra, hasta llegar finalmente a Madrid. ¿Cómo ha influido en su música el cambio de residencia?
“Si lo pienso, el periplo hasta llegar aquí ha sido largo, pero, después de 30 años viviendo en Madrid, toda esa trayectoria se diluye. Desde esta ciudad he viajado hacia otros puntos y siento que es una ventaja ubicarme en estos momentos bajo estas coordenadas. Es como estar en el centro del mundo. Si hubiera seguido viviendo en Brasil, estoy seguro, mi música no sería igual. Aquí he escuchado y aprendido otras formas de hacer música, otras culturas, he disfrutado de otras experiencias. Madrid, en definitiva, es una ciudad acogedora y multicultural, europea y a la vez tan provincial. Sin embargo, yo sigo sintiéndome extranjero aquí, y ahora también, extranjero en mi país. Así que soy de ninguna parte, y ese sentido de no pertenecer a ningún territorio tiene sus ventajas, pero también sus claras desventajas”.

-¿Cómo le suenan sus canciones con las voces de músicos tan reconocidos como Jorge Drexler, Ana Belén o Pedro Guerra?
“Para un compositor como yo escuchar sus letras en la voz de intérpretes de tanto nivel es una experiencia única, que no se compara con nada. Yo tengo la suerte de componer y de interpretar, y de hacer virtud de mis imperfecciones, hasta desarrollar mi propio estilo. No obstante, disfruto mucho más cuando escucho mis temas en la voz de otros artistas. Sueño con volver a colaborar con Pedro Guerra en el futuro, es una gran referencia en la música de autor en español y el primero que arrimó el hombro cuando comencé a componer en este idioma”.

-¿Joao Gilberto o Tom Jobim?
“Los dos, porque son parte de la misma cultura. No se puede entender la bossa nova sin ellos. Gilberto y Jobim han situado la música popular brasileña en el top mundial. Mis influencias pasan por estos dos artistas y también por Milton Nascimento y todos sus colaboradores. Ellos crearon un estilo musical propio en la década de los 70, influyendo en muchas generaciones”.

-En su caso, ¿el directo va antes que el disco?
“El directo es para mí una parte fundamental de la música. En efecto, sin el directo no podría concebir el disco. Ahora mis discos se graban en el concierto y no en el estudio”.

-De la bossa nova a la canción de autor. ¿Se puede etiquetar la música de Leo Minax?
“A mí me gustan las canciones. Antes de incluirme en un estilo que me identifique como brasileño, yo siempre digo, aunque parezca obvio, que hago canciones. Más allá de ese estilo o de esos ritmos, me gusta pensar que prevalece el concepto de tema musical. Si pienso en el ropaje de dichas canciones, sí hay un estilo que en estos momentos viste mejor mis composiciones: el jazz. En este género siempre está presente la libertad del músico para interpretar, no hay tantos límites, corchetes, no hay formatos fijos, no hay necesidad de terminar la canción en el minuto tres. El jazz también hace libres, como ningún otro estilo, a todas y cada una de mis canciones”.

TE PUEDE INTERESAR