Que el grupo sea la estrella en el Iberostar Tenerife, que nadie sobresalga del mismo, es el secreto de los aurinegros. Solo así se entiende la excepcional campaña que está firmando el CB Canarias y solo así la plantilla ha sabido encajar los problemas en forma de lesión que la han asolado este curso. Al frente, como gran guía, aparece el revalorizado Txus Vidorreta.
La lesión de Javi Beirán fue un jarro de agua fría para los tinerfeños. El madrileño, con 13,4 créditos, sigue siendo el jugador canarista más valorado en Europa pese a haber disputado únicamente ocho compromisos.
Pero si en Liga Endesa el grupo es uno de los pilares de este equipo, en Europa esa cualidad ha destacado aún más. A principios de temporada muchos hablaban de la posibilidad de que el cansancio por jugar dos competiciones a la vez pudiera hacer mella, pero ha sido todo lo contrario. Jugadores como Ferrán Bassas o Petit Niang, en principio los que menos minutos iban a disfrutar, tuvieron protagonismo frente a rivales como Cibona, Strasbourg u Oostende, algo que sirvió también para la ACB, donde todos lograron sentirse importantes y con tensión competitiva. El caso de Niang es especialmente llamativo, ya que, en encuentros como el de la Cibona en Zagreb, llegó a los 15 puntos anotados, no siendo solo partícipe de hasta 17 duelos, sino siendo protagonista en varios de los mismos.
Que ningún miembro de la plantilla disputara más de 22 minutos por partido -el que más es San Miguel, con 22,2- es también la mejor prueba de cómo Vidorreta ha sabido rotar a todos sus jugadores sin que el rendimiento y la competitividad del Iberostar Tenerife se haya visto resentida.
Aaron Doornekamp, con el 45% de acierto en triples, fue, seguro, la gran sorpresa del Canarias y fue en Europa donde empezó a destacar antes de explotar completamente en el encuentro de Liga Endesa ante el Joventut, en Badalona. Doornekamp no solo se limita a anotar, ya que 4,7 rebotes son los que consigue atrapar en cada uno de los partidos que juega. Curiosamente, es otro ala-pívot el jugador que más rechaces atrapa, con 4,6, por encima de los interiores puros como Georgios Bogris y Fran Vázquez, además del mencionado Petit Niang.
Estudio
Fuera del grupo de jugadores, el éxito europeo tiene mucho que ver con los entrenadores asistentes, Marco Justo y Nacho Yáñez, que tuvieron que multiplicarse para analizar a más rivales, no solo los de Liga Endesa, en tiempo récord. A ellos habría que sumar el cuerpo médico del club, con los fisioterapeutas teniendo que recuperar en ocasiones a jugadores a contra reloj e incluso el trabajo de logística, de delegados y miembros administrativos de la entidad, que afrontaron esa parte de la labor para un torneo continental de la mejor forma, logrando, por ejemplo, que Tenerife fuera designada sede de la Final Four de la Basketball Champions League siendo la capacidad organizativa de la entidad uno de los puntos tenidos en cuenta. Es necesario que haya una mención especial para los que ayudaron, aunque ya no estén. Carl English y Taqwa Piñero pasaron con suerte dispar por la Isla. El primero no necesitó adaptación. Sus 15,2 tantos por partido lo mantienen como el máximo anotador canarista en la Champions, pero, además, firmó el 61% en triples, números extraordinarios que fueron clave para desatascar al equipo por momentos. Su salida al Alba Berlín fue justo premio para él.
Piñero fue todo lo contrario. Quiso, pero no pudo. Sus números fueron muy discretos, 4,5 puntos y 1,3 rebotes por noche, porque nunca llegó a mostrarse cómodo. Sus extraordinarias cualidades físicas no se vieron reflejadas sobre el parqué, por lo que, una vez acabado su contrato, hizo las maletas rumbo a Francia, donde está mostrando un rendimiento aceptable.
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