Ernesto Waló, un gran aficionado al deporte, y asiduo espectador de los partidos del Canarias, acudió el jueves a ver el partido con el Baskonia y como persona con movilidad reducida que es -se mueve en silla de ruedas eléctrica- aparcó su vehículo en la zona habilitada para estas personas que se encuentra en la calle Mercedes, entre el Santiago Martín y el Bingo. La sorpresa de Ernesto fue que tras acabar el partido acudió a coger su autómovil para trasladarse a Buenavista, donde reside, y no lo encontró; la grúa se lo había llevado, teniendo que trasladarse en taxi hasta el depósito donde tuvo que abonar 107 euros, pese a demostrar su discapacidad y los permisos -bien visibles- que tiene su vehículo para estacionar en las zonas adaptadas a tal efecto. Ahora recurrirá la multa que le dejaron en el parabrisas, mojada por la lluvia, y pedirá tambíén el reembolso de las cantidades pagadas por la grúa y el taxi adaptado. Y es que lo de las grúas en La Laguna, nada baratas por cierto, comienza a ser de guasa. Dejan aparcar sobre la acera durante los partidos, y se llevan el coche de una persona con discapacidad que estaciona en uno de los dos únicos aparcamientos adaptados para ellos.
La grúa se lleva el coche de una persona con discapacidad que acudió al Canarias-Baskonia
Recurrirá la multa y pedirá tambíén el reembolso de las cantidades pagadas por la grúa y el taxi adaptados