La gruta que lleva al corazón de la Isla

La Cueva del Viento, en Icod, es un gran complejo volcánico subterráneo de hace 27.000 años que constituye uno de los tesoros naturales más impresionantes de Canarias
Tenerife cuenta con el mayor tubo volcánico de Europa, que recorre 17 kilómetros en diferentes niveles. DA

Nunca sabrá lo que es sentir la inmensidad de la naturaleza en toda su extensión a menos que en alguna ocasión haya realizado alguna de estas tres actividades: sumergirse en las aguas profundas del océano, surcar el cielo en ala delta o parapente o sentir el silencio atronador de una gruta bajo tierra. En Tenerife no cabe duda de que se pueden vivir todas estas experiencias, pero sentir la oscuridad y silencio primigenio de la naturaleza en estado puro solo podrá conocerlo en la Cueva del Viento, en Icod de los Vinos, al norte de la Isla. La respiración se acelera cuando se apagan las luces de los cascos que los visitantes portan durante una visita guiada que recorre los primeros 200 metros del tramo de una gruta subterránea de carácter basáltico, que, conectada en diferentes niveles, alcanza hasta 17 kilómetros de recorrido.

Es en ese instante cuando el alma enmudece y los latidos del corazón parecen retumbar como un altavoz en una cueva cuya atmósfera les traslada 27.000 años atrás, cuando el ruido de la naturaleza era el silencio. Esta experiencia es la que pueden vivir foráneos y autóctonos gracias a las rutas guiadas organizadas por el Centro de Visitantes de La Cueva del Viento, entidad dependiente del Organismo Autónomo de Museos y Centros (OAMC) del Cabildo Insular de Tenerife desde hace ocho años. Visitas interpretativas de dos horas de duración donde se recorre a pie el espacio natural de la zona contando con la explicación geológica, geográfica, etnográfica y biológica hasta llegar a la entrada de este complejo subterráneo, el mayor de Europa y el quinto del mundo.

Tan solo en 2014 más de 15.000 personas conocieron de primera mano la Cueva del Viento, convirtiéndose en la actualidad en uno de los reclamos naturales de mayor auge de Tenerife, como una oferta diferente al ocio de sol y playa. Precisamente, para proteger este entorno en un marco compatible que sea sostenible con la dinamización turística y cultural de la zona, el Consejo de Gobierno del Cabildo de Tenerife ha dado luz verde a la redacción de una serie de normas de conservación de la Zona Especial de Cueva del Viento, en Icod de los Vinos.

Para Miguel Ángel Pérez, consejero del área de Política Territorial de la Corporación insular, “con este proceso se ordenarán los usos a través de la zonificación interior del espacio protegido y se definirán las condiciones de uso público e investigación que regirán en el tubo volcánico más grande de la Unión Europea”.

Se trata, en definitiva, de “formular un cuerpo normativo de conservación que integrarán de un lado las medidas de conservación del Plan de Gestión ya existente para completarlas con instrumentos que den respuesta a las necesidades actuales de desarrollo de la zona.

La naturaleza es un gran atractivo turístico y también una fuente económica de gran valor siempre y cuando se proteja el territorio. Por eso, la colaboración interadministrativa es necesaria; así se verá reflejada en la creación de la Comisión de Seguimiento para la formulación de las Normas de la ZEC de Cueva del Viento, en las que, además del Área de Política Territorial del Cabildo de Tenerife, se invitará al Ayuntamiento de Icod de Los Vinos, la Dirección General de Protección de la Naturaleza y la Dirección General de Ordenación del Territorio, ambas dependientes de la Consejería de Política Territorial, Sostenibilidad y Seguridad del Gobierno de Canarias.

Tenerife cuenta con el mayor tubo volcánico de Europa, que recorre 17 kilómetros en diferentes niveles. DA

Tesoro natural y reclamo turístico

Hasta que estas normas estén redactadas y aprobadas, se seguirá conservando con el mismo rigor el entramado de galerías volcánicas de Icod, cuyas especiales características son un reclamo para los amantes de la naturaleza, a los que se inculcará el valor y el respeto por conservar este patrimonio natural, geológico, biológico y también etnográfico de la Cueva del Viento, a través de visitas grupales controladas y guiadas por expertos, de forma que el sonido del viento pueda seguir zigzagueando por los tubos volcánicos que se formaron en Icod hace ya miles de años. Hace 27.000 años, durante las emisiones basálticas de la primera fase eruptiva del Pico Viejo, situado junto al Teide, se formaron los grandes canales lávicos que conformaron dos galerías de grandes dimensiones: la Galería de los Ingleses y la del Sobrado Inferior. Posteriormente, tras solidificarse y consolidarse, otra colada cubrió la superficie de la zona, aún sin suelo ni vegetación. Un tercer nivel de coladas construyó todo un laberinto de conductos que interconecta frecuentemente la cueva del Sobrado con la Cueva del Viento.

Este tubo volcánico, cuyo nombre se debe a las importantes corrientes de aire que se producen en su interior, es el quinto más largo del mundo con 17 kilómetros topografiados.

Hoy, todo este complejo, cuyo estudio supuso uno de los grandes hitos de la espeleología en Canarias, es un tesoro natural a cuya entrada solo puede accederse a través de un recorrido guiado por expertos por un antiguo camino real y donde se observan las particularidades geológicas de los canales de lava que las conforman.

El Centro de Visitantes de La Cueva del Viento se encuentra en el municipio de Icod de los Vinos, al norte de Tenerife. Está abierto al público de martes a sábado en horario de 9.00 a 16.00 horas. Desde este punto se inician los itinerarios guiados en grupo. Su atractivo despierta el interés de turistas extranjeros, nacionales y locales, de ahí que su página web, www.cuevadelviento.net, esté disponible en varios idiomas.

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