La plaza de Weyler en Santa Cruz de Tenerife fue el punto de partida. En ella, una treintena de colectivos, entre plataformas y sindicatos, se dieron cita en la convocatoria de las Marchas de la Dignidad, que ayer recorrieron, como una marea, todas las capitales españolas. En ellas, como en Santa Cruz, los ciudadanos estaban llamados a manifestarse para revindicar los derechos sociales y laborales. En la capital, la convocatoria arrastró a cerca de 2.000 personas, según los organizadores, que recorrieron distintas calles de la ciudad para terminar en la plaza de la Candelaria, donde se leyó un manifiesto. La sanidad, las pensiones, el trabajo digno o la lucha contra la violencia de género fueron algunas de las revindicaciones. Pancartas contra la Ley del Suelo, contra el PGO de La Laguna, por unas pensiones dignas o por una sanidad mejor acompañaron el recorrido. Sindicatos, partidos políticos y plataformas ciudadanas se manifestaron bajo el lema de Pan, trabajo, techo.
En el manifiesto final se habló de desempleo -“somos los campeones del paro”-; de los trabajos basuras -“el 40% de los trabajadores canarios carece de empleo fijo-”; de las pensiones en retroceso -“el 8% por debajo de la media”-, de la pobreza y la desigualdad y de los intereses privados en alusión a Ley del Suelo.