Los canarios apagan el cigarro

En el último decenio se ha reducido en más de 45.000 personas la cifra de isleños que fuman. Este miércoles se celebra el Día Mundial sin Tabaco, una adicción que es más frecuente entre los hombres
Imagen de archivo. DA

El consumo de tabaco va perdiendo fuerza, al menos, en el Archipiélago. Así lo demuestran los datos estadísticos, que reflejan un descenso en el número de canarios que fuman. Ya sea por las campañas de concienciación sobre el daño que produce en la salud, por las distintas medidas disuasorias, por las leyes puestas en marcha desde el Gobierno nacional, por el coste económico de este producto o, simplemente, porque es una actividad que ya no está de moda, los cigarrillos van perdiendo adeptos. El cambio se ha hecho patente, sobre todo, en el último decenio. En este tiempo, con echar un simple vistazo a la sociedad se aprecia que cada vez son menos los jóvenes que tienen un cigarro en las manos. Este panorama se convierte en la mejor manera de celebrar el Día Mundial sin Tabaco, que se conmemora el próximo miércoles, 31 de mayo.

Los datos son claros. El número de personas que se declaran fumadoras en las Islas en los últimos 10 años se ha reducido en 45.560 ciudadanos. En concreto, desde 2004 hasta 2015 el porcentaje de fumadores disminuyó en cinco puntos, como refleja la Encuesta de Salud de Canarias elaborada por el Gobierno regional. Este documento muestra que, a fecha de 2015, el 26,1% de la población aseguraba consumir tabaco, frente al 31,6% que lo hacía 11 años atrás. Además, algo más del 15% sostiene que, aunque no fume en la actualidad, lo ha hecho anteriormente. Por el contrario, el 58,24% de la población ni fuma ni lo ha hecho nunca. Este dato ha aumentado en el último decenio, puesto que en 2004 alcanzaba el 50%.

Por géneros, resulta significativo que la mayor parte de aquellas personas que ni fuma ni lo ha hecho nunca son mujeres, frente a los hombres, que presentan datos más elevados en el consumo. Por edades, la mayor parte de fumadores se corresponde con el tramo de personas de entre 45 y 64 años.

Los datos de la encuesta -que se realiza a mayores de 16 años- también reflejan que los jóvenes cada vez son menos propensos al hábito tabáquico. Como ejemplo, resalta que desde 2004 a 2015 el porcentaje de personas que no ha fumado nunca se incrementa en ocho puntos en el tramo de edad de 15 a 29 años y de 20 puntos para las personas de 30 a 44 años. En el resto de franjas se aprecia un aumento, pero más leve.

¿Y cuál es el tipo de fumador que hay en Canarias? El documento muestra que el 15% de la población es exfumadora, el 2,5% es fumadora no diaria, el 6% es moderado, el 13,3% se declara fumador excesivo y el 2,1% afirma ser gran fumador (esta cifra se reduce a la mitad desde 2004). En números totales, las Islas presentan 30.039 personas que son grandes fumadores, frente a las 89.000 que se declaraban así en 2004.

La fuerza de voluntad es clave a la hora de dejar atrás este vicio. Aunque aquellos que lo han abandonado sostienen que no se trata de una tarea fácil, buena parte de los fumadores baraja dejarlo atrás. El 40% de los consumidores canarios de tabaco no se plantea dejarlo, mientras que el 42% asegura que lo abandonará, aunque no tiene fecha para ello. Solo el 12,6% se ha marcado un plazo de seis meses. En cuanto al número de intentos, el 30% de los isleños ha intentado dejarlo en más de tres ocasiones y el 40% ha tenido tres intentos o menos. Por contra, otro 30% nunca lo ha intentado.

Los expertos avalan también esta tendencia por lo que a diario pueden apreciar en las consultas médicas creadas específicamente para ayudar en la deshabituación. Así lo explica a DIARIO DE AVISOS Lorenzo Pérez, neumólogo del Hospital Universitario Nuestra Señora de Candelaria. “En los últimos 10 años hemos visto que se va fumando menos y esta caída está marcada, en buena medida, por las leyes aprobadas por el Estado en este sentido”, aclara. Además, insiste en que también han tenido mucho que ver medidas implantadas en la población más joven, con actividades de concienciación en los centros escolares, y con las distintas acciones sanitarias que se han ejecutado, como las unidades de deshabituación tabáquica. “Las actuaciones en los colegios se han notado porque cada vez los jóvenes van fumando menos”, asevera el especialista.

Se da la circunstancia de que, aunque hay una mayor cifra de hombres fumadores frente al de mujeres, también ha sido mayor en este decenio el descenso del hábito tabáquico entre los varones. “Las mujeres han frenado un poco la caída en el número de fumadores totales, aunque en cifras globales son más los hombres que fuman”, explica. Asimismo, se muestra convencido de que esta tendencia a la baja permanecerá más o menos similar en los próximos años, aunque espera que el ritmo sea mayor que el que se ha mantenido hasta el momento.

Perfil

En cuanto al perfil más frecuente de la persona fumadora en Canarias, Pérez señala que se trata de un varón, con una edad superior a los 40 años, que se fuma un paquete de tabaco al día y cuyo grado de dependencia física de este producto es moderada. Aun así, recalca que, obviamente, hay muchos tipos de fumadores en el Archipiélago, con edades y grados de dependencia distinta.

El experto llama la atención también sobre los efectos nocivos de este producto. Pone de relieve que prácticamente la mitad de los fumadores acaba padeciendo una enfermedad y, en muchos casos, se agravan otras patologías que ya presenta. Insiste en que las personas que fuman en Canarias tienen un mayor riesgo, si cabe, para la salud que en otras regiones del país, debido a la alta tasas que registran las Islas en enfermedades cardiovasculares. “En los casos de las personas fumadoras, patologías como la diabetes, la hipertensión o el colesterol tienen mayores efectos”.

Las consecuencias para la salud que provoca este hábito son diversas, aunque bien es cierto que lo primero que viene a la cabeza es el cáncer, sobre todo de pulmón. El facultativo apunta a casos de tumores del aparato respiratorio o incluso de vejiga, e insiste en que el tabaco es la primera causa externa para padecer patologías cardiovasculares. Puntualiza que también es uno de los principales factores que influye en enfermedades respiratorias como la EPOC (enfermedad pulmonar obstructiva crónica) y el enfisema pulmonar. A ello se añade el daño a aquellos que se someten al humo. “Las personas que se exponen tienen el 30% más de riesgo de padecer algunas patologías asociadas a este producto”, explica el médico. Recalca que en el caso de los niños, además, su exposición puede tener también un efecto importante en su desarrollo. La mitad de los fumadores se plantea dejar este hábito. En cuanto a si lo hacen, el neumólogo dice que solo el 3% de la población lo logra sin apoyo. Esta cifra aumenta si se cuenta con ayuda sanitaria. Tras la intervención de los especialistas, el 40% de los casos consigue dejar atrás este hábito de forma definitiva el primer año. Un dato nada desdeñable.

TE PUEDE INTERESAR