Los sistemas electorales europeos

Europa evoluciona en la globalización con sus fuerzas políticas adaptándose a los tiempos. Un sistema electoral atiende dos condiciones, ser “representativo” y “poder gobernarse”.

Europa evoluciona en la globalización con sus fuerzas políticas adaptándose a los tiempos. Un sistema electoral atiende dos condiciones, ser “representativo” y “poder gobernarse”. La respuesta a ello la podemos ver en siete países de Europa: Reino Unido, Francia, Alemania, Italia, Grecia, Holanda y España. Electoralmente existen dos sistemas básicos, el “mayoritario” modelo anglosajón y el continental “proporcional”. En el primero el país se divide en circunscripciones unipersonales, donde se elige al más votado, y en los proporcionales, en los ámbitos de provincias, estados, regiones, se adjudican proporcionalmente por listas. Los sistemas mayoritarios son más gobernables y menos representativos y al tiempo más democráticos, al ligar el voto al ciudadano que te elige y no al partido que te coloca.

Reino Unido, modelo del mayoritario y origen del americano. Se divide en 650 circunscripciones que se adjudican a uno. Da lugar a un sistema bipartidista a escala nacional. Dominado hoy en Escocia por su Partido Nacional Escocés. Con un 36,9%de los votos, los conservadores gobiernan con el 47,7% de los Parlamentarios. Los Populistas del UKIP, con el 12,6% de los votos tienen un parlamentario, el 0,15%. Francia, es ejemplo de sistema proporcional modificado a doble vuelta. Celebrarán generales los próximos 17 y 24 de junio. Ya vimos en las recientes presidenciales, también a doble vuelta, cómo Macron ganó la primera con el 23% y el 66% en la segunda. Los 577 diputados franceses se adjudicarán su circunscripción uninominal en segunda vuelta, donde van dos. Ahora en la Asamblea los dos primeros partidos, socialistas y republicanos, con el 56,4%de los votos, tienen el 82,1% de los diputados. Le Pen, con el 13,6%de los votos, tiene dos diputados, el 0,35%.

Alemania, sistema mixto proporcional-mayoritario, 299 circunscripciones uninominales y 630 diputados. Con una sencilla regla de gran eficacia, la barrera del 5% de voto nacional. Con ello solo están en el Bundestag cuatro partidos de los 36 presentados. Demócratas cristianos de la Merkel, que con el tercio de los votos tiene el 49,2%de los diputados, socialdemócratas, Izquierda y los Verdes. El 5% expulsó a los liberales y no dejó entrar a la ultraderecha.

Italia ha ido evolucionando para poder gobernarse. Ya hoy la primera fuerza de la Cámara, de 630 escaños, se adjudica el 55% de los diputados, obteniendo el 29,3% de los votos. El resto se lo reparten conservadores, los populistas de 5 Estrellas y los liberales. Grecia en sus legislativas ofrece un sistema proporcional corregido. La primera fuerza de Tsipras, con el 35,46% de los votos, llega al 48,5% de los diputados de la Asamblea, al primarse la primera fuerza con 50 de los 300.

Holanda es el país del mundo con el mejor sistema proporcional, en circunscripción nacional única y 1/150 de corte por abajo. Reparte con la regla D’Hont. Tiene 13 partidos con representación, donde el mayor, con el 21,3% de los votos, tiene el 22% de los diputados. Gobiernan los liberales de Mark Rutte con tres partidos cristianos. Sería ingobernable si no fueran holandeses.

Y vamos a España, que tiene un viejo sistema proporcional europeo. La fuerza más votada, con el 33,03% de los votos, tiene el 39,14% de los diputados y hoy es ingobernable. Debe evolucionar con fórmulas ya vistas. Si aplicáramos el sistema alemán, solo habría cuatro partidos nacionales. Con los sistemas italiano, griego, francés o inglés gobernaría con estabilidad la primera fuerza. Como no somos holandeses, mejor no aplicar el suyo, porque iríamos a peor. En la civilizada Europa ninguna fuerza está superando hoy más del tercio de los votos. Sin correcciones, el sistema es ingobernable y debilita las instituciones.

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