Punto de ajuste (y 2)

En política sentirse bien no es suficiente; desentenderse del punto de ajuste de la felicidad provoca que la necesidad de cambio sea mal leída o percibida

En política sentirse bien no es suficiente; desentenderse del punto de ajuste de la felicidad provoca que la necesidad de cambio sea mal leída o percibida. Se dijo, ayer, aquí, que los militantes socialistas han preferido la prórroga al cambio. Se escribió, y mantiene, que el desahogo dominical se impuso a las urgencias que el partido tiene a corto o medio plazo. Tanto respeto merece la decisión de la militancia como el propio Sánchez -discrepar sí, pero sin demonizarlo- o quienes creen (creemos) que la resurrección de Sánchez reduce las opciones electorales del PSOE y, entre otras consideraciones, que el proceso ha estado plagado de efectos ópticos eficazmente construidos por los asesores del ganador. La abstención socialista fue el mal menor al que arrastró quien no supo evitar en las urnas que Rajoy (golpeado por los casos de corrupción y los recortes) llegara a su sesión de investidura. Las primarias han sido una bendición para los dolores judiciales del PP.

Los socialistas han hecho un favor mayúsculo a quienes necesitaban que se hablara de cualquier cosa menos de detenciones, cuentas corrientes, investigaciones e informes policiales. La crisis del PSOE es respiración asistida para Rajoy, un golpe de suerte solo comparable con la noticia de que recupere el control del partido alguien (Sánchez) que se le da muy bien al PP. Sorprende que algunos interpreten su victoria como la demostración épica de que los grandes poderes no lo controlan todo, llama la atención tal derroche de optimismo en un país donde un partido asediado por la corrupción no deja de crecer en sondeos y urnas. Finalizado el proceso, los militantes rescatan a quien propone abandonar (regalar) el espacio de centro para disputar un territorio donde Iglesias se mueve como pez en el agua. Allá, y acá, en Madrid y en las Islas, las primarias parecen condenar a los socialistas a la travesía del desierto que suelen sufrir quienes acampan en un punto de desajuste.

TE PUEDE INTERESAR