Una muestra advierte de los efectos del cambio climático en el Ártico

La exposición en el Puerto de la Cruz puede visitarse en un innovador espacio instalado en el muelle que recrea el gélido ambiente de una de las zonas más sensibles de la tierra
Imagen del Océano Ártico. PIXABAY

Que el Ártico se rompe no es ninguna novedad y así lo certifican las cifras que demuestran que en septiembre de 2012 se superó el mínimo histórico de hielo en la banquisa polar y supuso que la superficie helada se redujera el 18% respecto al anterior mínimo, una pérdida que equivale casi al doble de la superficie de España.

Para mostrar la singularidad de los ecosistemas del polo Norte, el importante papel que juegan en el clima global, y concienciar sobre las consecuencias que les provoca el cambio climático, la Fundación CajaCanarias y la Obra Social La Caixa han organizado la exposición El Ártico se rompe.

La muestra, de carácter itinerante y compuesta por un centenar de fotografías de Andoni Canela, uno de los más impactantes fotógrafos de naturaleza, fue inaugurada ayer en un innovador espacio de 200 metros cuadrados instalado en la explanada del muelle de Puerto de la Cruz, que recrea un paseo entre icebergs. Allí permanecerá hasta el 12 de junio.

Al acto asistieron el alcalde, Lope Afonso; la concejal de Cultura, Sandra Rodríguez; el director de Acción Cultural, Educación y Medio Ambiente de la Fundación CajaCanarias, Álvaro Marcos Arvelo; el director territorial de CaixaBank en Canarias, Manuel Afonso; y el comisario de la exposición, Toni Pou.

Este último explicó que está dividida en cuatro ámbitos en los que se explican las singularidades del clima ártico; la vida en una situación extrema; la huella humana y las luces del Norte. Este último está dedicado a las las auroras boreales, uno de los espectáculos más impresionantes que se producen de forma natural en el planeta, a las que según Pou se les han dado múltiples interpretaciones, como ser manifestaciones de los espíritus.

En su interior será posible descubrir, por ejemplo, por qué no se congelan las patas de los animales; si el oso polar, uno de los depredadores más importantes del Ártico es en realidad blanco, o la cantidad de hielo que había en 1990 y la actual y las consecuencias que puede tener este progresivo declive. “Eso supone que las corrientes cálidas se van debilitando y en Europa hará cada vez más frío. Eso afectará a España, donde el clima es un atractivo indudable”, explicó el comisario.

En la exposición también se pueden ver piezas de los habitantes de Nunavut, Canadá. Entre ellos, hay vestimenta típica especialmente diseñada para soportar el frío, como guantes y un abrigo para cazar en el que todavía se aprecian restos de sangre de ballena.

Los glaciares y los ecosistemas árticos encierran la historia del clima del planeta y por eso sufren las alteraciones climáticas actuales. Sensibilizar a la población, especialmente a las futuras generaciones, sobre un problema medioambiental importante que se puede contribuir a disminuir, es el objetivo de El Ártico se rompe.

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