Una obra capital para La Palma, históricamente demandada por la sociedad, avanza a velocidad de crucero. Así se pudo constatar durante la visita que realizaron ayer las autoridades al futuro centro de visitantes del Roque de los Muchachos, que está previsto que entre en funcionamiento el invierno de 2018, según informó el presidente insular, Anselmo Pestana.
El consejero de Economía del Gobierno de Canarias, Pedro Ortega, destacó la contribución del Fondo de Desarrollo de Canarias (Fdcan) al desarrollo de la ciencia en el Archipiélago al favorecer la creación de espacios que apoyen, además, la divulgación científica.
El consejero explicó que las instalaciones “son el enclave perfecto para ofrecer al mundo una visión especial del cielo canario, además del valor que aportan las instalaciones científicas que se están desarrollando en paralelo en el Roque de Los Muchachos”.
La obra civil cuenta con una partida económica de casi 3,3 millones de euros, mientras que para el equipamiento y dotación se prevé invertir en torno a 2 millones de euros. Anselmo Pestana, señaló que la financiación de estas obras, que esperan concluir a finales de este año, cuentan con un 80% de aportación del Gobierno de Canarias a través de Fdcan y un 20% del Cabildo. “Este centro es fruto de la colaboración entre la Administración insular, el Ayuntamiento de Garafía y el Instituto Astrofísico de Canarias, y se convertirá en un revulsivo turístico para la isla”, explicó el presidente.
CARACTERÍSTICAS
El nuevo espacio tendrá una superficie construida de 1.400 metros cuadrados que incluye, entre otras dependencias, zonas expositivas, una sala de proyecciones y una tienda. En la parcela, de 14.000 metros, también habrá un restaurante, una zona de aparcamiento, jardines y terrazas. Los restos arqueológicos que se encuentran en la zona aportarán un valor añadido a este enclave.
El centro servirá para divulgar los conocimientos científicos y tecnológicos relacionados con el Observatorio del Roque de los Muchachos y para exponer los aspectos esenciales que convierten la zona en un lugar privilegiado para la observación astronómica. Así como un revulsivo para el astroturismo.
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