El dueño de la Pirotecnia Arafo dice que las obras son legalizables

Tanausú Estévez reconoce que inició la construcción del búnker de almacenamiento sin licencia municipal, que ya tramita, y recuerda que “la actividad lleva ahí más de 30 años”
El búnker de hormigón construido para almacenar material pirotécnico / DA

Tanausú Estévez Álvarez, propietario desde hace cuatro años de la vieja Pirotecnia Jordi, de Arafo, reconoce, tal y como publicó DIARIO DE AVISOS en su edición del martes, que llevó a cabo obras de ampliación sin contar con licencia municipal y que entiende que se le pueda abrir un expediente sancionador, aunque ya tramita la licencia, pertinente, toda vez que considera que “la construcción es legalizable”, así como la actividad que realiza, que sí dispone de los permisos de Industria.

“Nuestra empresa cuenta con todas las autorizaciones para la actividad, respecto a la cual se han realizado unas obras de adaptación, que consistieron en el derribo de varias edificaciones existentes y totalmente legales desde unos 31 años”, señala el nuevo propietario de la pirotecnia, quien acusa a uno de los vecinos denunciantes de haberse “construido su casa sobre una charca, en suelo agrícola, lo cual no es legal ni legalizable, como tampoco lo es la construcción de un muro de hormigón en una parcela agraria de 3.000 metros cuadrados en el Camino Las Calles”, remarca Tanausú Estévez, en referencia a uno de los denunciantes ante la Fiscalía de sus obras en la pirotecnia. Estévez insiste: “Solo se trata de ese vecino, porque el resto de residentes en Las Calles me han dicho personalmente que no les molesta en absoluto la empresa, entre otras razones, porque lleva más de 30 años ahí, cuando todavía no habían edificaciones a su alrededor, con un permiso concedido en 1985 por el Gobierno Civil”, comenta.

El responsable de la pirotecnia señala: “Nuestra empresa principalmente lo que realizó fue el derribo de las edificaciones de fábrica para dejar solamente un simple deposito de almacenamiento, que a día de hoy es el mas moderno de las Islas Canarias, al contar con todas las adaptaciones del nuevo reglamento, además de todos sus permisos para dicha actividad, cosa que hace a esta instalación muy inofensiva”.

Tanausú Estévez reconoce que comenzó a realizar las obras sin licencia municipal, porque “el tiempo se me echaba encima y entendí que podía derribar unos cuartos para montar el depósito de almacenamiento. Pero la licencia ya se estaba tramitando, aunque entendería que tuviera una sanción”, lejos del cierre como pretenden quienes le han denunciado ante el Ayuntamiento y hace unos días ante la Fiscalía de Medio Ambiente. Se muestra tranquilo: “Tengo todos los papeles de actividad en regla”, se reafirma Estévez.

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