La Policía china ha detenido este pasado fin de semana a un hombre que, supuestamente, planeaba vender unos 500 gatos robados o capturados de la calle a restaurantes del país.
Según recoge el diario chino ‘Wwangyi’, el arrestado podría haber estado dedicándose a dicha práctica ilegal desde hacía bastante tiempo.
Utilizando un ave como cebo, robaba a los felinos de sus propietarios o los capturaba de la calle y, posteriormente, los vendía por unos 30 yuanes (alrededor de 4 euros) a sus clientes como parte del menú.
A pesar de los numerosos rumores, no es habitual comer carne de perro o gato en China. Sin embargo, en la ciudad de Yulin celebran cada año un festival en el que se sacrifican a miles de estos animales para cocinarlos en platos tradicionales. Una costumbre que genera duras críticas tanto nacional como internacionalmente.