Aunque en décadas anteriores las adopciones internacionales fueron una solución para muchas familias canarias, en los últimos años la cifra de estos procesos se ha desplomado, no solo en el Archipiélago, sino también en el resto del territorio nacional. Así lo reflejan los datos de la Consejería de Políticas Sociales, Vivienda y Empleo del Gobierno regional, a los que ha tenido acceso este medio. El cierre de fronteras por parte de algunos países, las problemáticas surgidas en los últimos años y la elevada tardanza de los procedimientos han sido los principales motivos que han provocado que en los últimos diez años esta opción haya dejado de ser una posibilidad con peso entre los núcleos familiares del Archipiélago.
De hecho, el pasado año se contabilizó el dato más bajo desde 2007, con apenas 20 menores extranjeros adoptados. De esta cifra, 14 se correspondieron con la provincia de Las Palmas, mientras que los seis restantes se efectuaron en la de Santa Cruz de Tenerife. Así, el país de origen con mayor cantidad de menores fue China, con seis niños; seguido de Filipinas y Etiopía (cada uno con tres menores), Lituania y Vietnam, con dos; y Burundi, Colombia, Madagascar y Nicaragua, cada una con un niño. De la totalidad de adoptantes, solo en dos casos se llevó a cabo el proceso a través de una entidad pública, según los datos de la Consejería.
Desde 2007, en el Archipiélago se han adoptado un total de 780 niños. No obstante, las cifras más elevadas se registraban hace diez años (o incluso antes), puesto que en este periodo el dato más elevado fue el de 2007, con un total de 123 procesos de adopción internacional. De hecho, a medida que ha avanzado el decenio la cifra ha ido decayendo hasta alcanzar los 20 contabilizados el pasado ejercicio.
Por contra, la tendencia en el caso de los procesos de adopción nacional ha ido en aumento, al menos en los últimos dos años. Mientras que en 2015 la Consejería de Políticas Sociales contabilizó un total de 14 niños adoptados en las Islas, en 2016 el dato alcanzó los 30 expedientes, lo que supone que este tipo de procedimientos supera ya a aquellos procesos internacionales.
Al respecto, el viceconsejero regional de Políticas Sociales, Francis Candil, recalcó que los procedimientos internacionales han caído de forma considerable, no solo debido a que muchos países han cerrado fronteras, sino también a la “inseguridad jurídica” que presentan en otros tantos casos. Puntualizó que en estos momentos, muchos de estos procesos están paralizados. Sobre las adopciones nacionales, destacó que en la mayoría de situaciones se trata de procedimientos largos que, como media, se pueden prolongar “entre seis y siete años”, debido a que se favorece que los menores permanezcan en su entorno familiar, por lo que se fomenta más el régimen de acogimiento (que siempre es temporal) que la propia adopción.
Asimismo, añadió que en estos momentos hay unos 25 niños en situación de adoptabilidad. Candil insistió en que los procesos también se demoran debido a que para declarar a un niño en una situación de adoptabilidad se deben cumplir unas circunstancias y unos periodos, “puesto que el primer objetivo es que esté con su familia”.
Las listas de adopciones se vuelven a abrir después de 7 años
El viceconsejero de Políticas Sociales de la Comunidad Autónoma, Francis Candil, indicó que el departamento regional ha vuelto a abrir las listas de adopciones nacionales para que aquellas familias canarias que deseen inscribirse puedan hacerlo. El proceso se retomó en abril, después de siete años, aproximadamente cerrados, pues en 2010 se decidió por parte de esta administración no llevar a cabo más informes de idoneidad debido a la alta demanda, bastante más elevada al número de menores en condición de ser adoptados. Una vez abierta las listas, se retoman las peticiones desde el año 2012 n
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