Los hoteleros de la provincia tinerfeña consideran un “parche” los proyectos de AENA para mejorar la terminal del aeropuerto del Sur, ya que, a su juicio, no están a la altura de un destino turístico de primer nivel como Tenerife. Las principales obras previstas por el ente nacional son la conversión de la terminal T-2 en zona de embarque (fue concebida como área de facturación) y la construcción de un edificio que unirá la nave principal con la T-2, lo que aumentaría en más de un 50% la superficie de la terminal actual, según anunció recientemente a este periódico el director del aeropuerto Tenerife-Sur, Santiago Yus. Se prevé que ambas obras estén concluidas en diciembre de 2020.
La vicepresidenta de Ashotel y delegada en la zona Sur, Victoria López, fue tajante a la hora de enjuiciar las previsiones de Aena: “Estos planes son un parche, no nos convencen lo más mínimo y en todo caso es un arreglo provisional que tiene más de estético que de otra cosa”.
Para el presidente de la patronal, Jorge Marichal, “no nos debemos autolesionar y aceptar los 80 millones que contempla el DORA (documento que recoge las previsiones sobre la evolución del tráfico de aeronaves y pasajeros y las inversiones en obras hasta el 2021), pero poniendo ya en los próximos presupuestos la inversión que se tiene que hacer para una nueva terminal, que debe ser moderna y adecuada a los estilos de hoy”.
350 millones de euros
En ese sentido reclamó un edificio “de última generación, como los últimos que se han construido en Barcelona, Málaga y Mallorca, que no bajan de los 350 millones de euros”. “No tiene que venir un ingeniero o un astronauta a decirnos a los que vivimos aquí que tenemos una terminal obsoleta, sobre todo si la comparamos con otros destinos con los que estamos en competencia, aquí mismo en Canarias y en el resto de España”.
Tanto el presidente como la vicepresidenta de la Asociación Hotelera y Extrahotelera de la provincia de Santa Cruz de Tenerife recordaron que Tenerife-Sur es uno de los aeropuertos más rentables de España. Marichal y López también incidieron en otro problema añadido al que se enfrentan los turistas a diario. “Tenemos una autopista colapsada, los turoperadores no se arriesgan a la pérdida de los vuelos y los clientes tienen que ir varias horas antes para evitar los grandes atascos de tráfico. Es muy preocupante”.