Al cabo de una semana del primer encuentro entre Coalición Canaria y el Partido Popular para buscar un acuerdo de estabilidad, la comisión negociadora se reúne hoy en Las Palmas de Gran Canaria en un ambiente de “normalidad” tras las “discrepancias” o “encontronazo”, según las fuentes, del pasado viernes en una sala del Parlamento. Se suponía que era a puerta cerrada, pero a su término fueron alertados de la existencia de una ostentosa raja en el marco de la puerta que permitía observar y escuchar lo que ocurría dentro. La cita de este viernes, en las horas previas a la noche de San Juan y la víspera de la gran resaca de las fiestas fundacionales de la capital grancanaria, es en el salón Cristal del hotel NH Imperial. Una fecha y un lugar cargados de simbolismo, por lo que se ve. Aunque no han trascendido detalles, la principal diferencia entre los interlocutores radica en la oportunidad -u oportunismo- de entrar en el Gobierno de Fernando Clavijo. Y, si así fuera, cómo. Es decir, la redistribución de áreas apenas un semestre después de la ruptura del pacto que CC firmó con el PSOE tras las elecciones del 24 de mayo de 2015 y que duró lo que aguanta un polvorón en la boca sin que alguien se atragante.
A la representación del PP se le van los ojos por los departamentos de Hacienda, Economía, Industria, Obras Públicas y Turismo. Pero la sonrisa satírica de Rosa Dávila, al estilo de Cristóbal Montoro, ha disuadido a la delegación que encabeza Australia Navarro.
Por lo demás, en el PP se oyen susurros que desaconsejan hacerse cargo de los restos por liquidación de confianza.
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