Santa Cruz gasta 4 millones para 6.000 contenedores en 10 años

El Ayuntamiento presenta, antes de que se adjudique el nuevo contrato de limpieza, casi 300 nuevos depósitos de basura, que serán repartidos por distintos puntos de la ciudad
Foto ANDRÉS GUTIÉRREZ

En 10 años que ha durado la concesión del servicio de limpieza de Santa Cruz, el Ayuntamiento ha llevado a cabo la sustitución de unos 6.000 contenedores, lo que ha supuesto un coste estimado de unos cuatro millones de euros. Entre esas sustituciones se encuentran las realizadas a causa de los actos vandálicos, que, tal y como reconoció ayer el concejal de Servicios Públicos, Dámaso Arteaga, se han reducido de manera “drástica” en los últimos años, entre otras cosas, “gracias a la diligencia de la Policía Local, que ha conseguido identificar a las personas que se dedicaban a incendiarlos”. Según los datos del propio Ayuntamiento, la cifra de contenedores que ardieron en 2016 fue solo de 54, frente a los casi 200 que lo hicieron un año antes. Por tanto, remarcan desde Servicios Públicos, las sustituciones se deben en su mayoría a que se ha terminado la vida útil de los mismos.

Arteaga, junto al alcalde de Santa Cruz, José Manuel Bermúdez, presentó la última remesa de contenedores que se van a incorporar a la ciudad antes de que se adjudique el nuevo contrato de limpieza, que, según el edil de Servicios Públicos, se espera que esté ya vigente en enero de 2018. En total, son 296 contenedores de residuos, cuyo coste es de 172.000 euros. Estos casi 300 envases para la recogida de residuos se distribuirán hasta por 11 puntos de la capital, entre ellos, la playa de Las Teresitas, la Avenida Marítima de San Andrés o las calles de Pedro Modesto Campos y Celia Cruz.

Bermúdez señaló que el Ayuntamiento prosigue con su labor de reposición de contenedores para lograr una ciudad “más sostenible y más limpia”, mientras que Arteaga pidió a los ciudadanos que depositen las basuras en los horarios recomendados “para facilitar la labor y evitar olores y molestias”.
En cuanto a la nueva partida de contenedores, estos se distribuyen entre los de carga trasera (200), que serán utilizados para residuos orgánicos (fracción resto), y otras 64 unidades de carga lateral. El equipamiento se completa con 16 contenedores para papel-cartón e igual cantidad para envases ligeros. Los contenedores de carga trasera, mientras tanto, quedarán en reserva para atender todas aquellas necesidades de sustitución y ampliación que se pueden presentar durante el desarrollo del servicio de recogida de residuos.

Foto ANDRÉS GUTIÉRREZ

Del total de contenedores repartidos por la ciudad en estos 10 años, más de 5.000 de estos recipientes admiten únicamente desperdicios orgánicos y los restantes, prácticamente en igual número, papel-cartón o envases ligeros. El volumen de estos depósitos es variable: existen contenedores de 120, 240, 800, 2.400, 3.000 y 3.200 litros de capacidad. También difieren en forma y diseño. Estas otras diferencias están en concordancia, en la mayoría de los casos, aunque no exclusivamente, con la técnica que se emplee para vaciarlos, la cual hace que distingamos entre contenedores de carga lateral, carga trasera, carga superior o soterrados. Los contenedores existentes en las calles de Santa Cruz de Tenerife van provistos de un sistema de identificación y lectura similar a un código de barras, que permite contar con información puntual y actualizada sobre el paradero de cada recipiente. Este sistema funciona a partir de la colocación en el contenedor de un mecanismo similar a un microchip, denominado tag, y el empleo posterior de un artilugio en forma de mando que, al aproximarse a este microchip, lee su código mediante una técnica de radiofrecuencia y refleja en un ordenador una amplia información para mejorar el servicio.

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