Una niña de 11 años ha sido hospitalizada en California, Estados Unidos, después de que su madre le practicara un exorcismo provocándole graves lesiones.
La progenitora, Kimberly Felder, quería “sacarle los demonios del cuerpo”. Sin embargo, la rápida intervención de un vecino impidió que Felder asesinara a su propia hija.
Según informa Fox News, el hombre que detuvo la peligrosa práctica tuvo que batallar con la madre que tenía a la pequeña tumbada en el suelo mientras la golpeada con un trozo de madera.
“Si no fuera por la intervención heroica de John Marciel, es muy probable que la niña hubiese muerto”, ha asegurado uno de los policías que acudió al lugar de los hechos.
Kimberly Felder ha sido acusada de intento de asesinato y la menor continúa recuperándose.