Varios reclusos heridos en una pelea entre presos en Tenerife II

Uno de los internos fue hospitalizado con la mandíbula fracturada a golpes; en la reyerta del conflictivo módulo 4 se esgrimieron palos afilados y pinchos; el arrojo de tres funcionarios evitó una tragedia
Detalle del interior del Centro Penitenciario ubicado en el municipio de El Rosario. DA
Detalle del interior del Centro Penitenciario ubicado en el municipio de El Rosario. DA
Detalle del interior del Centro Penitenciario ubicado en el municipio de El Rosario. DA

Pinchos fabricados artesanalmente, algún madero bien afilado y golpes, muchos golpes, en un duelo multitudinario por el control de ese submundo propio del mercado negro existente en cualquier centro penitenciario. Lo que parece una sinopsis de la enésima fantasía de los guionistas de una serie de televisión carcelaria no es tal, sino una somera descripción de lo acaecido a primera hora del pasado sábado en el módulo 4, hoy por hoy el más conflictivo y temible de Tenerife II, la prisión ubicada dentro del término municipal de El Rosario. El balance no puede ser más preocupante: uno de los participantes en el violentísimo enfrentamiento tuvo que ser trasladado a un centro hospitalario externo dada la gravedad de sus heridas, mientras que al menos otros tres también acabaron en la enfermería. En realidad, prácticamente todos los participantes en la bronca, que fueron un total de diez reclusos, lucían horas después algún recuerdo de la riña.

Valentía

Quienes han podido visionar las imágenes de la bronca no dejan de alabar el arrojo mostrado por tres funcionarios que pusieron en peligro su integridad física para terminar con la agresión múltiple. Sin su decidida actuación, lo más seguro es que estaríamos relatando alguna desgracia irremediable. Eso sí, justo el ahora ingresado en un hospital con la mandíbula fracturada a base de golpes brutales casi ensarta, presuntamente, a uno de esos funcionarios con un madero bien afilado para la ocasión. En el vídeo en cuestión se observan con claridad algunos de los pinchos que se blandieron en la pelea.

Pero lo acaecido el pasado sábado en uno de los submódulos del módulo 4 no fue una sorpresa para los trabajadores de Tenerife II, entre los cuales ya se comentaba con preocupación la deriva violenta que llevaban los internos del mismo, casi todos tinerfeños y en el que se agrupan muchos reincidentes con años de experiencia entre rejas.

Un comunicado remitido por el sindicato Asociación Profesional de Funcionarios de Prisiones (APFP) en el que se alude a los gravísimos sucesos del pasado sábado describe con estas palabras lo que, en realidad, es un duelo para dirimir la supremacía entre los reclusos de este módulo: “Al parecer la pelea se originó debido a las amenazas, coacciones y extorsiones recibidas por parte de algunos internos”. Lo peor es que en Tenerife II hay claros indicios de que la tranquilidad vivida durante los últimos años va dejando paso a una inseguridad inquietante. Si hace unas semanas este periódico desvelaba la interceptación de dos paquetes con droga y teléfonos móviles que se habían lanzado desde el exterior del perímetro, la APFP reconoce que “en los últimos meses se han producido incidentes de diversa indole”, algunos de los cuales fueron también episodios violentos, aunque no tanto como el del pasado sábado. Entre los mismos no han faltado agresiones a funcionarios por parte de los reclusos.

Premeditado

Un dato evidencia que, en el módulo 4, las aguas ya bajaban tan turbias como avinagradas. La pelea se produjo en uno de los llamados submódulos del mismo. Estos submódulos consisten en una serie de celdas más un espacio compartido. Pues bien: desde que se abrieron las celdas a primera hora, dos de los reclusos iniciaron sin mayor dilación una pelea a la que se sumaron los otros ocho implicados en cuestión de segundos.

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