Durante su conferencia en la feria de videojuegos E3 2017, Microsoft ha hecho oficial su nueva consola Xbox One X, conocida hasta ahora con el nombre clave de Project Scorpio. Se trata de la consola más potente fabricada hasta la fecha y estará disponible a partir del 7 de noviembre a un precio de 500 dólares.
“La más potente” no es únicamente una frase de ventas y basta echar un vistazo a su ficha técnica para entenderlo. Microsoft apuesta claramente por el juego nativo a resolución 4K, una clara respuesta de la compañía a la PlayStation 4 Pro de Sony.
En su interior encontramos un rediseño completo con microprocesador de ocho núcleos Jaguar modificados para trabajar a una frecuencia de 2,3 GHz. Pero las cifras que han dejado con la boca abierta a más de uno ha sido su procesador gráfico (GPU), que alcanza los 6 Teraflops (TFLOPs) dejando atrás a los 4 TFLOPs de su rival PS4 Pro y los 1,5 de la actual Xbox One S. Lo nuevo de Microsoft lleva el equivalente a una tarjeta gráfica Nvidia GTX 1070, pero con el añadido de 12 GB de memoria GDDR5 y un ancho de banda de 326 GB/s.
Gracias a estas especificaciones, Xbox One X será capaz de ofrecer “una experiencia 4K auténtica” según detalló Microsoft en su conferencia.
Entre sus características también destacan su compatibilidad con vídeo HDR, conexiones HDMI 2.1, unidad Blu-Ray/DVD 4K, sonido Dolby Atmos, tres puertos USB 3.0 compatibles con almacenamiento externo y un disco duro interno de 1 TB de capacidad.
Microsoft ha detallado que tanto los accesorios como los videojuegos de Xbox One y Xbox One S (que seguirá disponible en el mercado) serán compatibles con esta nueva consola.
Estos son algunos de los juegos presentados en el E3 y que aprovecharán toda la potencia de la Xbox One X:
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