San Andrés y Sauces logrará, si se ejecutan los proyectos incluidos en el Sistema Motriz Turístico a petición del propio Ayuntamiento, que preside el socialista Francisco Paz, la creación de 1.000 plazas turísticas, el gran paso definitivo para una dinamización económica proyectada por el consistorio, desde el que recuerdan que “ahora hay apenas una oferta alojativa de no más de treinta camas”.
Este salto cualitativo se contempla dentro del denominado Proyecto Estratégico Turístico diseñado por el propio consistorio, del que destacan, como aspectos más relevantes, la creación de un gran equipamiento turístico y de ocio conformado por un “gran parque litoral entre Puerto Espíndola y El Varadero”. Este proyecto turístico para Puerto Espíndola y San Andrés, con capacidad para 1.000 camas alojativas en distintas modalidades y tipologías y localizadas en el conjunto histórico de San Andrés (en el enclave de El Melonar-Puerto Espíndola), supondría una inversión de 80 millones de euros.
Playas artificiales en el antiguo embarcadero y en la Caleta de Rompecabos, que se sumarían a las piscinas naturales del Charco Azul y el paseo del litoral, cuya terminación está pendiente en uno de sus tramos, y las actuaciones en las zonas de El Palito y El Varadero, que según el redactor del documento y el alcalde “han de servir de soporte para algunas actuaciones turísticas de mediano tamaño”.
El Ayuntamiento, que durante los últimos años ha trabajado en el diseño de salto para el un desarrollo turístico en un mercado insular, ha tenido en cuenta “la existencia de un conjunto de valiosos recursos turísticos que precisan de una ordenación integrada. Se trataría de lograr vertebración como soporte de esta nueva economía turística que se pretende implantar de forma complementaria a la actividad agraria”.
El conjunto histórico de la Villa de San Andrés, el Horno de la Cal y el conjunto restaruado para servicios de hostelería, el convento franciscano de La Piedad, el núcleo de Puerto Espíndola, sus servicios y su playa, además del puerto pesquero y deportivo, el Charco Azul, entre otros, constituyen una oferta cultural y de ocio fundamental que deberá ser vertebrada.
A estos recursos se suman circunstancias que desde el consistorio saucero se ponen en valor, tales como el paisaje agrícola libre de invernaderos -a diferencia de otras zonas agrarias de la Isla, que han modificado la naturalidad del panorama local- además del fácil acceso y la conectividad que permiten las carretera LP-1, LP-104 y LP-1042.
El alcalde de San Andrés y Sauces, Francisco Paz, explicó preguntado al respecto del documento que “pretendemos generar en proyectos turísticos como el de San Andrés y Sauces y Puerto Espíndola, experiencias turísticas competitivas y ser referente en la comarca”.
Subrayó que “somos conscientes del privilegio del tramo de la costa entre los núcleos de San Andrés y Sauces y Puerto Espíndola y queremos conseguir la integración paisajística y la articulación con el territorio agrícola”.
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