“En Tenerife hay una serie de recursos, pero cada vez más saturados y con menos plazas, y no veo que exista una planificación de qué va a ocurrir con todas estas personas que provienen del ámbito escolar y que, al llegar a los 20 años, o se van a su casa con sus familias o no se sabe muy bien qué hacer con ellos”.
El investigador del área de Psicología de la Universidad de Salamanca Pedro Jiménez Navarro lanzó ayer una advertencia sobre la escasez de recursos para personas con espectro autista, no solo en el ámbito de la atención temprana y el entorno educativo, sino también en la etapa adulta. El especialista, que participó en el curso de la Universidad de Verano de Adeje Autismo, dificultades de aprendizaje y TDAH: recursos para el profesorado y las familias, definió como “muy preocupante” el panorama. “Hay mucho trabajo por hacer”, apostilló.
Jiménez ha estado trabajando en la aplicación al espectro autista de un nuevo instrumento especialmente diseñado para evaluar la discapacidad intelectual, que ha supuesto el trabajo de su tesis doctoral y que leerá justamente la próxima semana. Se trata de una herramienta diseñada por la Sociedad Americana de Discapacidad Intelectual, que ha sido adaptada al entorno español y que ha sido probada con 250 personas con autismo y otras 50 con el Síndrome de Asperger.
“Este va a ser el instrumento de evaluación de necesidades especiales en el ámbito escolar más importante de los próximos años. Ya se conocen los primeros datos, pero aún no se han publicado, algo que sucederá en el plazo de un año en todo el mundo”.
Jiménez Navarro desgranó durante su intervención las vías para diagnosticar y tratar el autismo, y puso como ejemplo la visión que se tiene de este trastorno a través de películas como Rain Man. “Dustin Hoffman estuvo preparándose ese papel durante meses, viviendo con dos personas con autismo, y logró parecerse mucho a una de ellas. El autismo es algo más, pero el personaje presenta claramente un cuadro de estas características”.
También existe un estadio más leve de este trastorno, como es el Síndrome de Asperger, que el especialista, sin dar nombre, señaló que está presente en personalidades relacionadas con el mundo de las redes sociales y la informática.
Si bien en las escuelas hay herramientas para la detección, el experto cree que la atención temprana se debería iniciar mucho antes de la escolarización, en el periodo en el que los niños acuden a guarderías.
En cuanto al Síndrome de Asperger, al ser un trastorno más leve, puede ser más difícil de detectar y no apreciarse hasta los 5 o 6 años.
economía colaborativa
Por otra parte, Jacques Bulchand Gidumal, profesor de la Facultad de Economía, Empresa y Turismo de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, detalló en su ponencia Una guía para entender la economía colaborativa que “la colaboración ha existido siempre y que ha sido la tecnología la que ha transformado el fenómeno en economía”.
El experto explicó que no se puede discernir un concepto de economía colaborativa, pero, hasta el momento, la aproximación más cercana al mismo sería la “venta, intercambio o cesión de productos o servicios, principalmente por parte de individuos mediante plataformas tecnológicas en línea, que permiten la conexión y gestión de la relación entre los proveedores y los consumidores, usando medios propios y disponiendo de autonomía”. Entre los beneficios de la economía colaborativa, el profesor detalló los siguientes: el ahorro, los precios competitivos, el desarrollo sostenible, estimula la reutilización de los productos, dándoles una segunda vida y fomenta que se compartan los recursos para maximizar su rendimiento y proporcionar así un mayor beneficio medioambiental.
“Si la información está sesgada, tendrá más visitas”
El catedrático de Periodismo de la Universidad Carlos III, Carlos Elías Pérez, ofreció el curso Nuevos Populismos y Comunicación en la era digital. “Está demostrado que si la información está sesgada, tiene más visitas; los medios han caído en esta práctica porque hay muchísima competencia”.
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