santa cruz

El Cabildo de Tenerife honra a Pedro Molina como Hijo Ilustre

La Isla se homenajea a sí misma reconociendo el valor y la dedicación de uno de sus baluartes, portavoz de los valores agrarios e incansable defensor de la dignidad rural
Pedro Molina recibió el titulo de manos del presidente del Cabildo, Carlos Alonso. Andrés Gutiérrez
Pedro Molina recibió el titulo de manos del presidente del Cabildo, Carlos Alonso. Andrés Gutiérrez
Pedro Molina recibió el titulo de manos del presidente del Cabildo, Carlos Alonso. Andrés Gutiérrez

Por Zenaido Hernández

La ovación cerrada y la intensa emotividad en el rostro de cuantos asistieron al acto, puestos en pie, dio paso anoche a la directa felicitación al Hijo Ilustre de Tenerife Pedro Molina Ramos. El Salón Noble del Cabildo acogió el reconocimiento a quien tanto ha hecho por dignificar la profesión del agricultor y ganadero de las Islas.

El presidente insular, Carlos Alonso; el del Gobierno de Canarias, Fernando Clavijo, junto al secretario de la Corporación insular, Jesús Hernández, presidieron el acto en el que se dio lectura al acuerdo adoptado el pasado mes de mayo por el que se procede a otorgar el alto reconocimiento a quien “ha contribuido a dar la mayor significación social de los ganaderos”, señalando, en palabras del presidente del Cabildo, “la intensa labor que ha desarrollado y por albergar las nobles virtudes de ser sencillamente extraordinario”. En su alocución quiso igualmente resaltar “su innegable sabiduría, el equilibrio negociador y su fidelidad inquebrantable con el campo”. Pedro Molina agradeció en nombre propio, en el de su familia y especialmente en el de todos cuantos han contribuido a dar un decidido apoyo “para que ser agricultor o ganadero deje de representar una maldición y recobre la dignidad que se merece, con el reconocimiento de la sociedad”.

Sus palabras, inmersas en la espontaneidad, junto al gesto noble de su mirada, discurrieron por la cultura de la tierra y la herencia de cuantas generaciones le han precedido. Entre sus recuerdos evocó la primera siembra de trigo, cuando tenía 12 años, con la atenta observación de su padre, que en sabio consejo, cuasi sentencia, le señaló la hondura del camino que habría de seguir en permanente aprendizaje. Pedro Molina recibió el título, que comparte por igual con su familia y en especial con cuantos han estado siempre a su lado, indicando que “es un alto honor y supone un estímulo para seguir trabajando y estar a la altura del reconocimiento que la Isla me otorga”.

Carlos Alonso llegó a señalar que las manos de Pedro Molina huelen a tierra y que, probablemente, “esta sea la ocasión en la que el titulo de Hijo Ilustre tome contacto más directo con los valores del firme arraigo, de la tradición y de la apuesta de futuro”. Señaló a continuación que es la Isla quien se siente honrada al tener a un defensor de tan alta valía.

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