Una mujer de 67 años fue sometida a una intervención quirúrgica de cataratas en Reino Unido en la que los médicos, en plena operación, identificaron dentro de un ojo de la paciente 17 lentillas.
Un cúmulo de lentes de contacto que había creado una especie de “masa azulada”. Sin embargo, la mujer creyó que la sequedad que padecía era fruto de la propia vejez.
Ante tal hallazgo, los doctores decidieron suspender la operación y revisar nuevamente a la paciente antes de regresar al quirófano. Una decisión bastante acertada ya que durante el reconocimiento descubrieron 10 lentillas más.
Según informa ‘Optometro Today’, la anciana había utilizado lentes de contacto durante 35 años sin llevar a cabo las revisiones recomendadas por los profesionales.