Chloe King, una mujer que viajaba con la compañía American Airlines hacia París, se quedó dormida durante el vuelo mientras el pasajero sentado a su lado se masturbaba.
Una viajera de la misma fila que se dio cuenta del comportamiento inapropiado del hombre pidió a la tripulación un cambio de asiento.
Sin embargo, Chloe descubrió lo que había ocurrido cuando despertó y, a pesar de que solicitó un nuevo asiento en el avión, las azafatas no se lo concedieron, regresando al mismo sitio en el que el pasajero se había masturbado.
Según informa el diario ‘Metro’, la mujer denuncia a American Airlines porque “eligieron tratar al hombre que cometió el crimen con mucho más respeto que a la mujer inconsciente sentada a su lado. Como seres humanos, merecemos más que eso”.
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