canarias

Denuncian el abandono “deliberado” de patrimonio histórico en las Islas para especular

Los jefes de los servicios del Cabildo y del Gobierno canario critican la falta de medios
Los técnicos en Patrimonio también abogan por la protección de la denominada arquitectura popular, como las ciudadelas de El Toscal. Fran Pallero

El jefe de Servicio de Patrimonio Cultural del Gobierno canario, José Carlos Hernández, y el de la Sección de Patrimonio Histórico del Cabildo de Tenerife, José Carlos Cabrera, han coincidido en señalar la falta de personal suficiente en las Administraciones Públicas para agilizar los trámites de licencias de obras, catalogaciones y planificación en esta materia, lo que, en general, hace que se alarguen en el tiempo estas gestiones para los ciudadanos. Ambos también abogan por dar más incentivos y ayudas a los propietarios, para aliviarles la carga que les supone conservar los inmuebles históricos (el Cabildo ya convocó subvenciones este año y el Ayuntamiento de la capital tinerfeña lo hará en los próximos meses). Hernández y Cabrera también coincidieron en que han constatado abandono deliberado de edificaciones históricas por “picaresca” y “especulación” urbanística, y que su obligación como funcionarios es evitarlo.
Los dos técnicos públicos participaron en un debate organizado por la Asociación Nuestro Patrimonio, que, moderado por la periodista Carmen Izquierdo, se celebró en el Real Casino de Tenerife dentro del ciclo titulado El Patrimonio Histórico de Santa Cruz de Tenerife: problemas y soluciones.
En este acto, ambos apuntaron además que la figura del Bien de Interés Cultural (BIC) ha sido usada en exceso y hay inmuebles que pudieran no haber merecido este máximo grado de protección, pero mientras el funcionario del Gobierno abogó por cambiar el sistema legal de categorías legales y reducir el número de BIC, el del Cabildo, sin negar que puedan existir nuevas categorías intermedias como en otras regiones, apostó por abordar caso por caso y proteger en cada edificación los valores exteriores e interiores que merezcan preservarse, al tiempo que señaló que si ha habido error, ha sido compartido por todos los numerosos expertos e instituciones públicas que participan en estos expedientes administrativos y no han puesto objeciones.
Asimismo, estuvieron de acuerdo en que se debe proteger el patrimonio arquitectónico más popular, como las ciudadelas en el santacrucero El Toscal o caseríos costeros como el del herreño Pozo de las Calcosas, así como las casas terreras tradicionales, “como testimonio material de una forma de vida”.
José Carlos Cabrera, jefe de la Sección de Patrimonio Histórico del Cabildo, recordó que esta institución ha ofrecido a los ayuntamientos delegarles las autorizaciones de obras interiores que no afecten a las fachadas y en edificios posteriores a 1960 dentro de cascos históricos, posibilidad a la que se han acogido de momento solo los consistorios de Santa Cruz de Tenerife, Puerto de la Cruz y Buenavista, y varios más están en gestiones.

Falta de incentivos

Cabrera indicó que por los ajustes de personal en los últimos años en el Cabildo de Tenerife (que tiene seis técnicos en esta materia) tarda ahora más que en el pasado en tramitar licencias y consideró que “las administraciones públicas han fallado estrepitosamente” en no aplicar incentivos -ayudas directas e indirectas- a los propietarios para la conservación de inmuebles históricos, algo que este año trata de paliar la corporación insular tinerfeña con 800.000 euros.

Falta de coordinación entre administraciones y también de dinero

José Carlos Hernández, jefe del Servicio de Patrimonio Cultural del Gobierno canario, reconoció que, “a veces las administraciones públicas no han tenido la coordinación deseada” en patrimonio cultural, y que a esta área “no se la he dado la importancia que debiera” en los presupuestos públicos. Hernández también puso de relieve que “en las islas no capitalinas, aún hay menos recursos, y en la mayoría de administraciones solo hay un técnico en patrimonio histórico, y están desbordados”. También indicó que “falta pedagogía, pues la difusión de nuestro patrimonio cultural ha sido deficitaria.

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