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El I Congreso Internacional sobre la Bajada de la Virgen de Las Nieves

Hoy se inicia en Santa Cruz de La Palma el I Congreso Internacional sobre la Bajada de la Virgen de Las Nieves, las Fiestas Lustrales que caracterizan a esa isla, un Congreso en el cual participaremos gracias a la amable invitación de don Manuel Poggio Capote, cronista oficial de Santa Cruz

Hoy se inicia en Santa Cruz de La Palma el I Congreso Internacional sobre la Bajada de la Virgen de Las Nieves, las Fiestas Lustrales que caracterizan a esa isla, un Congreso en el cual participaremos gracias a la amable invitación de don Manuel Poggio Capote, cronista oficial de Santa Cruz. Se trata de una feliz iniciativa que pone en valor y difunde unas Fiestas que constituyen, en su rica variedad armónica e integrada, una de nuestras auténticas señas de identidad como canarios. Nuestra identidad cultural es problemática y no se encuentra inequívocamente definida. Muchos han optado por fomentar un hipercostumbrismo rural de cartón piedra, que es artificial, impostado, evoca un pasado que nunca existió y falsea nuestro presente como pueblo diferenciado. Por el contrario, las Fiestas Lustrales de la Bajada de la Virgen de las Nieves, en la isla de La Palma, se caracterizan por una autenticidad o carácter genuino que se deriva de su respeto a una verdadera tradición, en sintonía con las circunstancias de la sociedad isleña en cada momento histórico. Eso significa que configuran una seña de identidad auténtica palmera, y también canaria, que deja en evidencia y sustituye a otras supuestas señas de identidad del ser canario que no resisten el menor análisis crítico ni la más leve indagación solvente. Las Fiestas Lustrales son probablemente las fiestas más elaboradas y con un protocolo más denso y dilatado de todas las fiestas religiosas de España. Es como decir de todas las fiestas españolas, porque en España desde los topónimos, desde los nombres de nuestras ciudades y de nuestros lugares, hasta las celebraciones populares de toda índole tienen una impronta religiosa que responde a una innegable tradición católica. La sucesión de actos y tradiciones durante la Semana Grande de la Bajada e, incluso, antes -una sucesión que el paso de los lustros ha ido acrecentando-, y su cantidad y calidad, no tienen parangón en ninguna otra parte del país y, desde luego, de Canarias. Sorprende también el carácter culto de los actos, la omnipresencia de la música denominada clásica, por ejemplo, y la armónica superposición de elementos culturales de diferentes siglos. En definitiva, las Fiestas Lustrales son un exponente de lo que debe ser una tradición bien entendida, y de esa personalidad especial y destacada que, desde el resto de las islas del Archipiélago, siempre se le ha reconocido a La Palma, y, ¿por qué no decirlo?, a los propios palmeros. Las Fiestas Lustrales representan una tradición auténtica que se remonta a la sociedad isleña del Barroco, una tradición constantemente renovada y enriquecida por nuevas aportaciones. En ellas no se manipula la tradición ni se inventa un pasado canario que nunca existió. Y en esa autenticidad indiscutible reside su éxito y su trascendencia.

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