El presiente de la Federación Tinerfeña de Fútbol, Juan Padrón Morales, y el secretario general de territorial tinerfeña, Ramón Hernández, fueron trasladados ayer a Madrid, donde hoy van a declarar ante la Audiencia Nacional. Ambos fueron detenidos el pasado martes por la Guardia Civil en el marco de la operación contra la presunta corrupción en la Federación Española de Fútbol.
Los dos dirigente del fútbol provincial durmieron el día de su arresto en los calabozos de la comandancia de la Guardia Civil en Ofra, mientras que ayer fueron alojados en las dependencias que el Instituto Armado tiene en Tres Cantos. A media mañana fueron trasladados a la capital custodiados por funcionarios del cuerpo de seguridad.
A ambos se les acusa de haberse apropiado de fondos de la entidad en su propio beneficio y forman parte de una investigación que también incluye al máximo mandatario del fútbol español, Ángel María Villar, y su hijo Gorka, quienes también fueron arrestados bajo cargos de corrupción, ya que se sospecha que se han enriquecido a costa de la organización de partidos de la selección nacional de fútbol.
Los investigadores apuntan a que Villar cobraba presuntamente comisiones por la celebración de partidos de la selección y se servía de su puesto para la contratación de servicios y otras relaciones comerciales en beneficio de su hijo, abogado experto en derecho deportivo y al frente de varias empresas donde eran desviadas cantidades de dinero.
Precisamente Villar y su hijo se negaron ayer a declarar ante la Guardia Civil y pasarán a disposición judicial esta mañana junto a Juan Padrón y Ramón Hernández Baussou, donde declararán ante el juez Santiago Pedraz, que es el encargado de instruir el caso.
La declaración, para la que todavía no hay hora concreta, se desarrollará cumplido el plazo máximo de detención, que es de 48 horas.
La llamada Operación Soule, cuyas diligencias están declaradas secretas, responsabilizan a los detenidos de presuntos delitos de administración desleal, apropiación indebida, corrupción entre particulares y falsedad documental. La investigación de la presunta corrupción en la Federación apunta a un posible perjuicio de al menos 45 millones de euros a las arcas federativas por los negocios de sus responsables, ahora detenidos, y la empresa Santa Mónica Sports.
Aunque las pesquisas parten de una denuncia del Consejo Superior de Deportes presentada en 2016, fuentes de la investigación han detallado a Efe que se investigan hechos desde 2009, entre ellos dos partidos amistosos entre España y Corea del Sur celebrados en 2010 y 2012, durante las fases preparatorias del Mundial y la Eurocopa que ganó la selección de fútbol en esos años.
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