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Los Bomberos explotan contra el Cabildo por falta de recursos

Denuncian carencia de medios mínimos para “ofrecer seguridad a los ciudadanos” y una deuda económica que arrastran desde 2013
Imagen de los bomberos de La Palma interviniendo en un incendio forestal.

Equipos obsoletos, vehículos antiguos, falta de equipación y una deuda económica que arrastran desde hace años del Cabildo es el panorama que han descrito los Bomberos Voluntarios de La Palma, en un comunicado donde detallan las múltiples carencias que sufren para prestar un servicio que requiere dotarlo de “los medios mínimos necesarios para poder ofrecer la seguridad que los ciudadanos se merecen”.

Aseguran que “nunca, en todos los años que llevamos cubriendo el Servicio insular contra incendios y salvamento urbano, habíamos sentido este desapego y falta de interés por parte del equipo dirigente del Cabildo” y advierten de que “si en un breve periodo de tiempo no nos citan para buscar soluciones, continuaremos con otro tipo de acciones ante diferentes escenarios”. Porque después de dos años pidiendo soluciones, “solo hemos recibido palabras bonitas, promesas incumplidas y visto cómo se pasan la pelota unos a otros”.

En lo que se refiere al parque móvil, detallan que disponen de “una flota de vehículos muy envejecida, la mayoría de 1994 y 1995”. El último que adquirió el Cabildo fue hace 15 años, en 2002. Carecen de un vehículo para trabajos en altura. “El brazo articulado que teníamos, donado por el Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife en 2002, lo mantuvimos en servicio hasta 2015, cuando hubo que darlo de baja porque ya no se encontraban repuestos en el mercado”, alegan.

El furgón de rescate subacuático del Parque de Los Sauces está de baja desde hace 2 meses por no pasar la ITV; la bomba urbana pesada del Parque La Grama está averiada; la bomba rural ligera de La Laguna está de baja porque le “tampoco hay fondos para su reparación”.

En cuanto al vestuario señalan que es necesario renovar los equipos de intervención en incendios urbanos para un tercio de la plantilla. Mientras que en material de extinción aseguran que están “bajo mínimos”. “Las últimas mangueras se compraron hace 8 años, lo que hace una media de antigüedad de 12, al igual que pasa con las lanzas, bifurcadores, reducciones, etc”. Mientras que los equipos de intervención en accidentes de tráfico (motor, cizalla, separador, cilindro), “el último se compró hace 7 años, los demás tienen más de 16 de uso”. También aseguran que existe precariedad en los equipos de comunicación, iluminación, cámara térmica, detector de gases, alarma personal, etc.

En materia presupuestaria arrastran una deuda sobre los gastos reales del servicio desde 2013 hasta ahora, lo que les ha obligado a pedir un préstamo de 40.000 euros, más una póliza de 20.000, y otros préstamos de personas particulares, el último de 10.000 euros, “para evitar devolver el recibo de la Seguridad Social”.

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