Una primera intervención de 50.000 euros permitió ponerlo en uso con seguridad y añadirle mejoras que han hecho del muelle de Añaza un punto de encuentro obligado para los vecinos de este barrio santacrucero en los meses de verano. La promesa era que, con otros 50.000 euros, se terminaría de adecentar la zona y se introducirían mejoras como por ejemplo añadir escaleras para acceder al mar (ahora solo hay una) o colocar un pequeño kiosco que diera servicio a los bañistas. Casi a mitad de verano, el Ayuntamiento confirma que no se va a producir ninguna intervención, al menos liderada por el Consistorio. Desde el área de Infraestructuras, su responsable, José Alberto Díaz Estébanez, explicó a DIARIO DE AVISOS el motivo. “Ante la negativa de Costas a seguir autorizándonos actuaciones puntuales de mejora, hemos optado por intentar incluirlo dentro del programa Tenerife y el Mar, desarrollado por el Cabildo de Tenerife”.
Infraestructuras detalla que se ha solicitado al Cabildo que lo incluya en su programa porque, a juicio del Ayuntamiento, “creemos que ellos pueden llegar a acuerdos más amplios, en ningún caso concesión, que permita presentar un plan de usos más genérico del que colgar cada una de esas actuaciones, sin perjuicio de nuestra aportación económica”.
Por tanto, las actuaciones futuras en este espacio capitalino dependerán, en primer lugar de si el Cabildo acepta incluirlo dentro de Tenerife y el Mar, y en segundo lugar, de los acuerdos que pueda llegar con Costas. Teniendo en cuenta que se está a mitad de verano, es más que probable que cualquier tipo de actuación se posponga ya para el próximo año. Los desencuentros del Ayuntamiento con la Dirección General de Costas forman parte ya de la rutina de este mandato. Entre los problemas concretos que se ha encontrado el Cosistorio con el ente estatal es que, por ejemplo, el Ayuntamiento solicitó la instalación de escaleras sobre el actual espigón para facilitar el acceso al baño. Costas rechazó esta petición puesto que consideró que se trataba de estructuras permanentes y no temporales, como exige para las obras a realizar en la zona de dominio público marítimo-terrestre.
La oferta que Costas hace al Ayuntamiento pasa por darle un concesión administrativa, algo que el Ayuntamiento rechaza puesto que implicaría un gasto muy superior a las mejoras que necesita el espacio.
Cabildo
El proyecto Tenerife y el Mar fue recuperado por el Cabildo en 2016 y ya en diciembre pasado dio a conocer los 21 proyectos que se beneficiarían de esta línea de actuación. Entre los proyectos, que ya cuentan con proyectos, están el acondicionamiento de la playa del Monis (Icod de los Vinos), el paseo de Las Aguas (San Juan de la Rambla), el acceso a La Caleta del Andén (Garachico), la mejora de la accesibilidad de Playa Jardín (Puerto de la Cruz), el acceso a la playa del Bollullo (La Orotava), el sendero de Barranco Hondo (La Victoria), el acondicionamiento de los accesos a la zona de los charcos de Rojas, Las Monjas y el Puertito (El Sauzal); la ordenación del frente litoral de El Pris (Tacoronte), el acondicionamiento de La Barranquera (La Laguna) y el borde de las playas de Almáciga y Benijos (Santa Cruz de Tenerife). Este listado continúa con acondicionamiento de la piscina de Tabaiba (El Rosario) o el acceso a la playa de Playa de Lima (Arafo) o dos intervencines en Fasnia.
Costas y los desencuentros con Santa Cruz de Tenerife
“Costas solo invierte en Santa Cruz a golpe de temporal”. Esta frase es repetida por el alcalde, José Manuel Bermúdez, siempre que se refiere a la inversión estatal en el litoral chicharrero. La última inversión data de 2014, cuando se limpió Las Teresitas tras las lluvias de octubre. El último encontronazo ha sido Valleseco.
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