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Todas las penas de muerte que vivió el ilustre Elfidio Alonso

La Real Sociedad Económica de Amigos del País de Tenerife acogió, en el marco de su ciclo de homenajes ‘Testimonios’, las vivencias del periodista, político, Medalla de Oro de Tenerife y fundador de Los Sabandeños
Elfidio Alonso puso el acento en las penas de muerte en su discurso en la RSEAPT. / Cedida

Elfidio Alonso, fundador de Los Sabandeños, fue el pasado lunes protagonista del ciclo Testimonios, que organiza la Real Sociedad Económica de Amigos del País de Tenerife (RSEAPT). En su discurso, el abogado y periodista disertó sobre las penas de muerte y relató sus experiencias en relación con las crueles ejecuciones, que todavía siguen vigentes en varios países como China, Irán, Estados Unidos o Vietnam. En el polo opuesto, más de 160 países del globo han abolido la pena capital y han protegido a sus ciudadanos de este injusto final en sus constituciones y leyes.

El discurso, que llevaba el título de Mis penas de muerte, arrancó puntual, a las 19.00 horas. Le acompañaban en la mesa José Carlos Alberto Bethencourt, director de la RSEAPT, y Andrés Orozco, presidente de la sección de Economía y Desarrollo de la RSEAPT, que tuvieron la responsabilidad de presentar al protagonista de la cita. “En este ciclo damos un espacio a los testimonios de ilusiones y fracasos de personajes relevantes de la sociedad canaria, con el objetivo de descubrir sus historias y cómo han llegado a convertirse en ilustres”, apuntó Bethencourt para romper el hielo.

El encargado de presentar a Elfidio Alonso fue Andrés Orozco. “Alonso se ha pasado la vida leyendo y estudiando sobre folclore y, además, ha ido llevando por el mundo nuestra idiosincrasia como mejor sabe hacerlo: escribiendo y cantando”, indicó. Elfidio Alonso (La Laguna, 1935) es abogado y periodista de profesión. Medalla de Oro de Tenerife, fue diputado del Parlamento de Canarias y alcalde de La Laguna. Pasó por distintos medios de comunicación de la Isla y ha destacado como compositor, estudioso y conocedor como pocos del folclore canario. “Un hombre que siempre ha tenido junto a él a su esposa, Magda Palazón, a sus hijos, sus siete nietos y dos bisnietos, su mayor patrimonio”, destacó Orozco. Pero si algo sobresale de su brillante trayectoria es la fundación de Los Sabandeños. Junto a ellos ha dado la vuelta al mundo.

Finalizadas las presentaciones, subió al estrado Elfidio Alonso y junto a él lo hicieron todas sus experiencias. Primero recordó aquel momento, hace 60 años, cuando tenía tan solo 22, y fue invitado para ofrecer una charla en la Real Sociedad para discutir sobre un artículo suyo publicado en el diario La Tarde. En aquel momento también habló sobre la pena de muerte: la de Caryl Chessman. “Hoy vuelvo a esta tribuna y se lo agradezco a la Real Sociedad. En aquel entonces me postulaba como un detractor de la pena de muerte”, dijo al inicio de su intervención. Y esa postura no ha variado hoy en día.

La vida le llevaría desde entonces a reencontrarse en innumerables ocasiones con este mismo asunto. Como la vez que viajó a Madrid, en 1963, y en la trastienda de una librería recibió la noticia de la ejecución de Julián Grimau, miembro del Partido Comunista, a pocos metros de su estancia. “Su fusilamiento ocasionó manifestaciones de todo tipo, incluso Violeta Parra, la gran compositora chilena, le dedicó la canción Qué dirá el santo padre”. Otro “injusticiamiento”, como él lo denomina, fue el de García Lorca. Y en ese sentido recordó el momento en el que Soledad Bravo, la compositora e intérprete venezolana, poco antes de acabar la dictadura franquista, cantó Un río de sangre, una canción inspirada en el poeta, ante estudiantes que pedían libertad y democracia. “Y se la llevaron presa”, rememoró.

También está aquella vez que viajó a Venezuela, el 27 de septiembre en 1975, el día en que el franquismo fusiló a José Humberto Baena, José Luis Sánchez Bravo, Ramón García Sanz, Juan Paredes Manot y Ángel Otaegui. “La banda municipal de Caracas no pudo tocar los himnos nacionales. En su lugar tocaron un Alma Llamera y el pasodoble Islas Canarias, que por primera vez se usó como himno. Fueron momentos muy tensos”, concluyó. Describió su conexión a través de la música con Juan García Suárez el Corredera, el teldense opositor al franquismo que fue ejecutado con el método del garrote vil. “Los Sabandeños cantaron varias de las canciones sobre este personaje”, apostilló.

“Han pasado 60 años de aquel discurso que di cuando tenía 22 años. Ahora el panorama es más optimista. La pena de muerte está desterrada”, finalizó Elfidio Alonso.

22 años sin penas de muerte bajo cualquier circunstancia

La pena de muerte en España fue abolida, bajo cualquier circunstancia, el 27 de noviembre de 1995. Aunque llevaba abolida 40 años, desde la Constitución de 1978, exceptuando lo que pudieran disponer las leyes penales militares en tiempos de guerra. “¡A Dios gracias!”, exclamaría Elfidio Alonso durante su discurso.

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