santa cruz

Una de libros y cafés

La librería-cafetería El Libro en Blanco cumple dos años en la calle Juan Pablo II de Santa Cruz, un espacio en el que se ofrece una original mezcla de dos placeres, como son la lectura y la degustación de los mejores aromas
La primera planta ofrece las novedades en literatura y la cafetería, mientras que en la segunda están los saldos y las exposiciones. FRAN PALLERO

Ahora o nunca, se dijeron hace dos años Miguel Aldai y Carol Campos. Su pasión por los libros les llevó a iniciar una aventura que los ha convertido en los gestores de un espacio único en Santa Cruz y de los pocos que hay en la Isla. Hay precios que son fijos, como los del café (un euro) o los del té (1,80), y otros que dependen de si es una novedad o si es de saldo. Se trata de El Libro en Blanco, una librería que a la vez es cafetería, pero también sala de exposiciones, que posee cuatro clubes de lectura de adultos y uno infantil, o que tiene un espacio reservado para la venta de autores canarios.

Este rincón tan singular se encuentra en la calle Juan Pablo II, y de nueve de la mañana a dos de la tarde y de cinco a nueve de la noche, cada día, de lunes a viernes, ofrece esa mezcla de pasiones. También los sábados por la mañana se puede disfrutar de este espacio y de lo que brinda. Miguel aclara algo importante, para que no haya confusiones: “No somos una biblioteca ni una ludoteca”. Y es que, al principio, admite que costó hacer entender a los clientes el concepto de librería-cafetería. “Aquí vendemos libros y vendemos café. Si alguien quiere comprarse un libro y sentarse a leerlo mientras toma un café es bienvenido, pero no se trata de coger un libro de la estantería y sentarse a leer. Eso es una biblioteca”.

El 10 de agosto cumplirán dos años y, aunque reconocen que no está siendo fácil, sí que están contentos con la aventura. “Funcionamos regular, porque es un concepto difícil de entender. Los libros están para coger, pero no debemos olvidar que es una librería. Es una librería-café en la que cada espacio se explica por sí mismo. En la primera planta se pueden encontrar las novedades y en la planta de arriba lo que es la librería de saldo”.

Explica Miguel que “hay personas que ven libros y cafetería, y piensan café con libros, que pueden cogerlos y leerlos con un café, incluso creen que estamos subvencionados, algo que no es cierto, somos una iniciativa totalmente privada”.

Están especialmente orgullosos de la parte de actividades que lleva aparejada el negocio. “Tenemos cuatro clubes de lectura de adultos y uno infantil, estamos trabajando para crear el quinto de lectura de adultos. Estos grupos se reúnen periódicamente, también organizamos talleres de relatos cortos o de poesía. A eso hay que sumar las exposiciones, en la parte de arriba del inmueble, en la que se muestran obras de distintos autores, o se hacen sesiones de cuentacuentos, presentaciones de libros…”, detalla Miguel.

Carol y Miguel iniciaron su aventura hace ya dos años. F. P.

Joyas de saldo

Otra de las singularidades de este espacio es su parte dedicada a los libros de saldo, en la que, admiten Miguel y Carol, se han encontrado con alguna que otra joya. “Hace muy poco vendimos una primera edición del cómic de Spiderman, en inglés, del año 74, y coincidió que lo compró una chica que su novio nació ese año y le gustaba Spiderman”. “También vendimos una edición muy bonita del Quijote en tres tomos, del año 56, que fue un regalo de un chico para su novia, y hace poco nos llegó la Historia de Tenerife, de Cioranescu, en tres tomos”, añadió Miguel.

El sistema de adquisición de estos libros, explican, se basa en el quid pro quo. “Nos los traen los clientes y los damos de alta en el sistema, lo tasamos y lo ponemos a la venta; cuando se venden, la mitad es para el cliente y la mitad para nosotros”.

Miguel y Carol invitan a todos a pasarse por un espacio en el que quieren destacar su compromiso con los escritores locales, a los que invitan a acercarse hasta El Libro en Blanco.

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