Raelin Scurry, una mujer que tuvo un parto prematuro dentro de un coche, dio a luz sin asistencia médica y con el bebé envuelto en la bolsa de líquido amniótico, según publica el Mirror.
Una vez dio a luz, Scurry trasladó al pequeño al hospital en siete minutos para que así le abrieran el saco amniótico y pudiera respirar mejor. El bebé, de nombre Ean, continúa hospitalizado y mejorando.
La probabilidad de que el saco amniótico quede completamente intacto después del nacimiento es extremadamente raro: ocurre en uno de cada 80.000 partos.
La madre ha contado su historia en su cuenta de Instagram.