microalgas en canarias

En entredicho la tesis oficial sobre la cianobacteria ‘Trichodesmium’

Estudios científicos muestran que la ‘microalga’ de la costa canaria, si tiene nitrógeno en el agua -como el que aportan los vertidos sin depurar- lo prefiere al que toma de la atmósfera
Unos bañistas, ayer, en Radazul, con las manchas de cianobacterias frente a ellos. Andrés Gutiérrez

 

Unos bañistas, ayer, en Radazul, con las manchas de cianobacterias frente a ellos. Andrés Gutiérrez
Unos bañistas en Radazul con las manchas de cianobacterias frente a ellos. Andrés Gutiérrez

La tesis que sostienen el Gobierno canario, y los científicos que lo asesoran, sobre la imposibilidad de la cianobacteria que este verano mancha la costa canaria, Trichodesmium erythraeum, de aprovechar nutrientes que aportan al mar vertidos de aguas residuales sin depurar (nitrógeno, fósforo, hierro…) no es unánime en la comunidad científica mundial.

Además del reciente estudio publicado por los israelíes Edo Bar-Zeev y Eyal Rahav, en la revista Scientific Reports, del grupo Nature, que hallaron pruebas de que vertidos de aguas residuales al mar desencadenaron un bloom (floración masiva) de esta especie, otros investigadores en el mundo han avanzado en esta línea sobre cómo se alimenta este microorganismo. De hecho, diversos estudios con cultivos de esta cianobacteria muestran que si tiene disponible nitrógeno combinado, inorgánico u orgánico, la fijación de nitrógeno atmosférico (N2) es menor y hasta se inhibe del todo. Es decir, que puede preferir nutrirse de vertidos de aguas residuales antes que de la atmósfera.

Cabe recordar que la explicación del Gobierno canario, sustentada públicamente por el taxónomo del Banco Español de Algas, Emilio Soler; el técnico de Biodiversidad Rogelio Herrera, y la jefa de Sanidad Ambiental, María Luisa Pita, se basa en que esta especie solo utiliza para su ciclo vital el nitrógeno que sintetiza del aire y el fósforo y el hierro que transporta hasta Canarias la calima. Sin embargo, aparte de la investigación en el mar de Israel, este periódico ha podido saber de fuentes científicas que al menos cuatro estudios con cultivos han mostrado que estas cianobacterias son capaces de utilizar el nitrógeno presente en el agua, orgánico o inorgánico.

Tales investigaciones las llevaron a cabo equipos científicos encabezados por M. Mulholland, en 1991, en 1999 y 2001; Fijita Ohki K., en 1991, y Joseph P. Montoya y C.M. Holl, en 2005.

Por tanto, el Trichodesmium erythraeum podría tener un metabolismo mixotrófico, es decir, la capacidad de obtener la energía bien de la fotosíntesis o bien de compuestos orgánicos o inorgánicos.

Voces desde el mundo de la ciencia se decantan por propiciar un debate científico transparente y abierto, para estudiar con precisión si en el actual bloom del Trichodesmium que ha llegado ya a todas las islas ha podido influir, localmente, el constante vertido de aguas residuales al mar, y no solo el cambio climático -factor que nadie niega-. Tal debate científico lo han pedido en este diario el catedrático de Botánica Wolfredo Wildpret; el catedrático de Toxicología Arturo Hardisson; el subdelegado del Gobierno, Guillermo Díaz Guerra, farmacéutico e inspector de Sanidad; así como, desde, la oposición parlamentaria, PSOE, Podemos, PP y NC.

TE PUEDE INTERESAR