La importante comunidad boliviana residente en la capital lleva ya ocho años celebrando actos en la ciudad por la festividad de la Virgen de Urkupiña, madre y patrona de la Integración Nacional de Bolivia y cuya fiesta folclórica se realiza en torno al 15 de agosto. Sin embargo, este año ha sido el primero en el que la comunidad boliviana santacrucera ha celebrado una procesión religiosa, que partió ayer desde la parroquia de Nuestra Señora de Fátima y que, durante hora y media, transcurrió por el barrio de Salamanca con la participación de más de medio millar de personas.
Un cortejo lleno de fe, pero también de color y tradición, en el que participaron 22 fraternidades, que mostraron “una parte de la gran diversidad de agrupaciones y de danzas típicas que hay en Bolivia”, según explicó José Luis Choque, uno de los organizadores. “Fue bastante vistoso y un éxito para nosotros; lo hacemos por fe y devoción”, enfatizó. Por ello, su intención es volver a repetir la procesión el año que viene, aunque “más en coordinación con el Ayuntamiento, que nos dé más cobertura”, ya que este año tuvieron que hacer el recorrido más corto porque, al parecer, la Policía no había recibido comunicación de Fiestas de que el trayecto sería tan largo.
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