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Los huevos canarios no se tocan

La avicultura de puesta en Canarias goza de los más altos parámetros de salud en su vertiente ganadera y lamentablemente no cabe decir lo mismo en cuanto a su situación comercial

La avicultura de puesta en Canarias goza de los más altos parámetros de salud en su vertiente ganadera y lamentablemente no cabe decir lo mismo en cuanto a su situación comercial. La reciente crisis del huevo ha despertado inquietud entre los consumidores, rápidamente contenida con las declaraciones que hizo a DIARIO DE AVISOS el jefe se servicio de Seguridad Alimentaria del Gobierno de Canarias Francisco Martín León al señalar que ” ni en España ni, mucho menos, en Canarias existen, a día de hoy, huevos contaminados por el insecticida fipronil”.

La crisis provocada desde Holanda permite situar y distinguir en un lugar de positiva referencia a España, por el alto nivel de tecnificación y profesionalidad del sector. Los programas sanitarios que se aplican en avicultura son ejemplares. En Canarias, las explotaciones ganaderas siguen las directrices profilácticas que establece la Dirección General de Ganadería, correspondiendo su aplicación a las Agrupaciones de Defensa Sanitaria (ADS), que incluye el control por parte de los veterinarios del Análisis de los Puntos Críticos (APTC).

El censo ganadero del pasado año cifró en 1,7 millones el número de gallinas de puesta del Archipiélago, de las que más del 90% están en jaulas, con la amplitud que ha establecido la UE, afrontando los productores, no sin dificultad, el proceso de reconversión. El diseño comercial que han las grandes superficies, contemplando que a partir de 2025 la oferta que van a situar en sus lineales ha de corresponder a producción campera, sitúa en el horizonte y por tanto en primera línea de inquietud, una nueva reconversión, ante la que los avicultores tienen mucho que decir pues el proceso que han seguido ocasionó una criba considerable, por el cierre de unas diez granjas en el Archipiélago. La asepsia que se registra en las instalaciones para las gallinas criadas en jaulas, con amplitud y atmósfera controlada, dista mucho de las que se aplican a las camperas, donde el animal transita sobre sus propios excrementos.

El código que figura en cada huevo, impreso en tinta roja, da cuenta de sistema de cría, país de origen y, en tercer lugar, de la provincia. Conviene recordar que la producción canaria que se distribuye cada día se identifica tras la referencia ES (España) con los dígitos 38 en el caso de Tenerife y 35 para los de Las Palmas.

Los avicultores canarios manejan niveles de aves relativamente pequeños (inferiores a 30.000 unidades) si lo comparamos con los que se registran en la Península, donde es frecuente localizar naves con más de un millón de gallinas. Los costes de producción en Canarias son sensiblemente superiores a los de los de otras provincias, sobre los 10 céntimos/unidad.

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