la orotava

Cabildo y Sanidad acuerdan cerrar la piscifactoría de Aguamansa

La drástica medida, tomada tras una visita ayer a las instalaciones por parte de técnicos de la Consejería, coincide con una denuncia sobre el tratamiento de los peces con medicamentos
El Centro Cinegético y Piscifactoria de Aguamansa se encuentra en los altos de La Orotava y tuvo su origen en el vivero forestal creado en 1950. DA
El Centro Cinegético y Piscifactoria de Aguamansa se encuentra en los altos de La Orotava y tuvo su origen en el vivero forestal creado en 1950. DA
El Centro Cinegético y Piscifactoria de Aguamansa se encuentra en los altos de La Orotava y tuvo su origen en el vivero forestal creado en 1950. DA

El Cabildo de Tenerife ha cesado la actividad de la piscifactoría de Aguamansa, en La Orotava, de común acuerdo con la Consejería de Sanidad del Gobierno de Canarias, que visitó ayer viernes las instalaciones a petición del propio Cabildo.

Según explicó ayer el Cabildo en una nota oficial, el área insular de Medio Ambiente estaba valorando el cese de la actividad en diciembre de este año, ya que la piscifactoría había dejado de cumplir la función comercial por la que se puso en marcha y se había convertido prácticamente en un reclamo turístico. Así, en coordinación con las autoridades del Gobierno de Canarias, ha decidido dar por finalizada esta actividad, siguiendo los protocolos establecidos en la normativa vigente.

El Centro Cinegético y Piscifactoria de Aguamansa remonta sus orígenes a 1950, cuando se creó como vivero forestal. La drástica medida de su cierre coincide ahora con una denuncia presentada contra el Cabildo de Tenerife por la contaminación este verano con antibiótico cuyo uso está prohibido en humanos (un derivado del cloranfenicol) el agua que llega a la piscifactoría y al canal del Norte y, por lo tanto, la que se utiliza para el consumo de la población en algunos municipios de la vertiente septentrional de la Isla y en parte del área metropolitana.

La denuncia fue publicada por CanariasAhora.com, que explicó que el problema “se produjo por el uso en un periodo reconocido de julio pasado, de pienso medicalizado para tratar una enfermedad que se manifiesta en la piel de las truchas debido al ascenso de la temperatura del agua por encima de los 16 grados centígrados, algo que suele ocurrir en la piscifactoría de Aguamansa, en época estival.

El Cabildo aclaró al respecto que el tratamiento con medicamentos a los peces realizado en julio de este año fue prescrito por un veterinario facultativo y que se utiliza habitualmente en las piscifactorías de España con el objetivo de prevenir enfermedades derivadas del aumento de la temperatura del agua. Durante la prescripción del mismo se cumplió con los protocolos de seguridad, respetando el periodo de supresión necesario del medicamento. En ese sentido, recalca el Cabildo que no se ha registrado ningún incidente ni riesgo de contaminación para la población, ya que el agua para el consumo humano recibe el tratamiento y controles establecidos en el Real Decreto 140/2003 por parte de los ayuntamientos.

La voz de alarma saltó como consecuencia de un informe técnico suscrito por el propio Cabildo de 19 de julio de 2017, por una sección con especialistas en sanidad animal y ajena a la gestión directa de esa explotación acuícola, aunque integrada en la institución.

El citado documento es concluyente y advierte acerca de los riesgos que se trasladan a la población por “la incorrecta gestión pública que se realizaba en la piscifactoría de Aguamansa”, un centro que ya es historia.

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