La selección española de fútbol está muy cerca de asegurar su presencia en el Mundial de Rusia del próximo verano después de golear a Liechtenstein (0-8) en la antepenúltima jornada de clasificación de la fase europea con protagonismo especial de Iago Aspas y Álvaro Morata, que firmaron un doblete cada uno.
El equipo dirigido por Julen Lopetegui, liberado tras la importante victoria ante Italia del pasado sábado, resolvió el compromiso en apenas cuarto de hora. Un cabezazo de Ramos y un error infantil del portero local dejaron visto para sentencia un partido que estaba decidido antes de jugarse.
De un lado, la campeona de 2010, una selección que sigue en ese proceso de volver a cautivar a su gente, pero con mimbres más que ilusionantes para frotarse las manos en Rusia 2018. Del otro lado, Liechtenstein, un país tan grande como la provincia de Segovia y que tiene menos de 40.000 habitantes.
Ni Liga propia tiene este minúsculo país centroeuropeo que ocupa el tercer peor escalón del ránking continental. Es por esto que tardó muy poco el cántaro, aun ni siquiera habiendo ido a la fuente. Ramos fue el primero en marcar de cabeza tras dos minutos de partido. El capitán aprovechó un centro exquisito de Silva.
El canario, un primor con el balón en los pies, se movió a la perfección en el balcón del área y dio frescura a una España que salió a jugar con más peloteros que defensas. Esa fue la apuesta de un Lopetegui que sabía que los pitones de su rival podrían enfocar, pero nunca hacerles daño pese a la prudencia de los días previos al envite.
Al gol de Ramos se le sumó, antes del cuarto de hora, otro cabezazo de Morata que culminó una acción de Isco, Silva e Iniesta, los mejores músicos de la orquesta. El delantero del Chelsea no tuvo problemas en hundir el cuero ante la estupefacción de Jehle. Y 30 segundos después, un error del portero liechtensteiniano brindó el gol a Isco.
Con 0-3 y todo decidido con 75 minutos por disputarse, España bajó el pistón, pero siguió aumentado su cuenta antes del descanso casi sin querer. En esta ocasión fue Silva quien sacó la zurda a pasear con un sensacional lanzamiento de falta al borde del área. A partir de ahí, la selección cambió en la segunda mitad.
Croacia – España, 73-79
La selección española de baloncesto ha asegurado el primer puesto en el Grupo C del Eurobasket a falta de una jornada para cerrar la fase de grupos, después de imponerse este martes a una combativa Croacia (73-79) que no ha doblado la rodilla hasta los segundos finales con un tapón decisivo de Juancho Hernangómez a Bojan Bogdanovic.
Después de 120 minutos disfrutando la vida en rosa en este Eurobasket, España encontró sus primeras dificultades en el partido 1.000 de su historia, pero acabó solventando la papeleta con el liderazgo anotador de Ricky Rubio (13), Fernando San Emeterio (12) y Sergio Rodríguez (12), ante un rival comandado por un gran Dario Saric (18 y 13 rebotes).
El apagón inicial de la vigente campeona duró la mitad del primer cuarto con un 0/7 en tiros de campo, ni una canasta en juego y un 10-1 de salida favorable a los balcánicos (min.5). Propuso Aleksandar Petrovic un quinteto alto para sacar de la zona a los hermanos Gasol y, si su apuesta no funcionó durante más tiempo, fue por el acierto de Fernando San Emeterio, el mejor al inicio con 9 puntos en el primer parcial, y también por la buena defensa sobre Bojan Bogdanovic.
El alero de Indiana Pacers, sexto máximo anotador del torneo, llegó al descanso con cero puntos y un 0/5 en tiros de campo, y eso explicó en parte que España, que había tardado cinco minutos en sumar un punto, acabara los diez primeros minutos con una ventaja mínima (20-21). Ante los problemas de su líder, Krunoslav Simon y Dario Saric se encargaban de liderar el ataque croata.
Siguió el juego nivelado en el segundo parcial tras dos triples del veterano escolta de Montakit Fuenlabrada, Marko Popovic, a pesar de que España apenas anotaba el 30 por ciento de sus tiros de dos (28-28, min.15). Fue entonces cuando Sergio Scariolo usó la pizarra y empleó la fórmula de los dos bases, esa que suele darle buenos resultados y que prefiere desplegar con cuentagotas.
Con Ricky Rubio y Sergio Rodríguez sobre el parqué del Polyvalent Hall, España apretó los dientes en defensa y en ataque empezó a circular con la pelota con fluidez, en especial los Gasol para que Pau encontrara sus primeras brechas en la zaga rival y abriera un parcial de 0-10, el primer estirón español (28-38, min.19). Pese a estar lejos de su versión más excelsa, España llegó al descanso seis arriba.
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