el charco hondo

La noche será larga

La noche del congreso socialista fue larga. La luz del domingo casi los pilla orgánicamente desnudos. Como en la ciudad de Ember, donde siempre es de noche, la guerra por el control del partido transcurrió bajo tierra. A los crecientes las cinco de la mañana los cogió colando a quienes querían meter en los puestos de decisión, y desahuciando a los que interesaba dejar fuera. A veces los congresos se atragantan más allá de lo disimulable, obligando a evangelizar los días siguientes con el estribillo de la integración, unidad y fraternidad.

El problema de los socialistas canarios no son las horas de sueño perdidas este fin de semana. Su problema es que algunos errores los retengan en una noche interminable. No podrán ganar las elecciones de 2019 negándole voz parlamentaria, existencia informativa o protagonismo social a sus principales bazas en la Isla -Tenerife- que más votos les aporta; voz, existencia y protagonismo que únicamente dan la secretaría general, la secretaría de organización, la presidencia del grupo parlamentario o su portavocía. Obviando los cargos de adorno o consumo interno, Ángel Víctor Torres está a las puertas de decidir que ni un solo dirigente socialista tinerfeño ocupe alguno de los cuatro puestos de los que el electorado va a saber a partir de ahora (el resto son cargos de sede y pasillo; inexistentes, para el gran público). Además, coge forma que Torres pretende acampar en dos discursos argumentando a derecha o izquierda dependiendo del día de la semana, jugando al fútbol con una pelota de balonmano, estando a bien y a mal con Coalición, una cosa y la otra; y está sobradamente demostrado que esa pirueta termina arrastrando electoralmente a tierra de nadie (a ojos de la izquierda eres de derechas, y a ojos de la derecha eres de izquierdas). O decide qué quiere ser o ese relato contradictorio, junto al error de dejar caer la factoría tinerfeña, provocará que en pocos meses las farolas empiecen a parpadear a los socialistas canarios, condenándolos a una noche larga, tan oscura como la ciudad de Ember.

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