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La oposición le pone deberes al presidente Clavijo

El curso político en Canarias comienza con muchas asignaturas pendientes y el aviso al Ejecutivo de que habrá controles sorpresa

La oposición le pone deberes a Fernando Clavijo. / SUJA

El curso político comienza con muchas asignaturas pendientes. En Canarias son los alumnos los que le ponen deberes al profesor. La oposición ha   sacado a Fernando Clavijo a la pizarra para que escriba, y no se le olviden, las tareas encomendadas: estabilidad, microalgas, vertidos descontrolados de aguas residuales, RTVC y, por supuesto, los presupuestos (tantos los autonómicos como los generales del Estado) de 2018.  Frente a la tarima presidencial, los grupos parlamentarios (incluido quizá el de CC-PNC, el único que lo apoya incondicionalmente) van a ser muy exigentes.

Como los números (18 de 60 escaños) no le sonríen, Clavijo tendrá que recurrir a la literatura de tal manera que de las cuentas que haga no resulte un cuento. En precaria minoría desde que, el 23 de diciembre de 2016, expulsó a los socialistas de la sala del Consejo de Gobierno y de los departamentos anejos, el jefe del Ejecutivo regional confía en que sus adversarios no sean capaces de montar una mayoría alternativa que dure lo que queda de esta novena legislatura y así ir tirando plastilina a la pared con el anhelo de crear ilusiones.

La operación retorno conlleva retenciones en los accesos a la Cámara, donde se acumulan solicitudes de comparecencias y no pocas preguntas. Por de pronto, al objeto de depurar responsabilidades, el PSOE (15), el PP (12), Podemos (7) y NC (5) han citado a los titulares de Sanidad, José Manuel Baltar, y de Política Territorial, Sostenibilidad y Seguridad, Nieves Lady Barreto, para que se mojen en sendas comisiones monográficas sobre la presencia de microalgas en las costas canarias y la “incertidumbre social”. Ambos ya han reivindicado ante los medios de comunicación su gestión técnica e informativa: “La afloración de cianobacterias de la especie Trichodesmium erythreaum es un fenómeno natural derivado del calentamiento del océano, de la ausencia de viento y de la calima, cuyos efectos en la salud son nimios”.  La controversia científica y las divergencias entre las administraciones acrecientan la preocupación e incrementan el recelo.

La agenda marca en rojo otro escándalo: el que rodea a Radiotelevisión Canaria, cuyo prestigio y solvencia se van a negro. La polémica decisión de Santiago Negrín de precipitar la publicación de los pliegos del concurso de la prestación del servicio de informativos, dotado con 144 millones de euros en ocho años, ha colmado el vaso de la paciencia. “Algo no huele muy bien en la forma de proceder del presidente del Consejo Rector”, ilustra Luz Reverón (PP). Ante el “silencio cómplice” de Clavijo, el cese de Negrín es, más que un secreto a voces, un grito previo al suspiro de alivio que se intuye. Los votos que permitirán activar el mecanismo están ahí.

La renovación del Consejo Rector acompañará a la de tres de los órganos auxiliares del Parlamento: Audiencia de Cuentas, Consejo Consultivo y Diputado del Común. El mandato del comisionado de Transparencia y Acceso a la Información Pública expirará en 2020. El bloque del cambio ya ha sentado los cimientos de la reconstrucción.

La fórmula de la piedra filosofal se elaborará con sustancias presupuestarias. Al igual que ocurrió con la hoja de cálculo para 2017, Mariano Rajoy necesitará a CC y NC. Esa prestación encontrará su contrapartida en el ámbito canario, lo cual hipotecará en cierto modo las relaciones. El PP aún respira por la herida de las fracasadas negociaciones destinadas a apuntalar el edificio en ruinas. Los capataces de Coalición aceptaron la oferta, pero querían que el PP pagara los andamios, proporcionara los cascos de seguridad y, si eso, regara el jardín. ¡Vamos, una bajada de pantalones en lugar de una rebaja fiscal! La factura la guarda en el cajón de los desengaños.

En el capítulo de la reforma electoral, a pie de página de la modificación del Estatuto, la ponencia ha alcanzado un principio de acuerdo para aminorar las barreras de acceso (del 6% al 5% la autonómica y del 30% al 15% la insular), ligado a una mejora de la proporcionalidad a través de la incorporación de más diputados.  El modelo habría de aplicarse en los comicios de 2019, una fecha mágica que probablemente desdibuje el mapa de la representación. Esa eventualidad hermana los temores de CC y de Agrupación Socialista Gomera (3), guardianes la triple paridad. Una concentración de las convocatorias a las urnas inherente a un adelanto de las generales dispararía el riesgo de catástrofe por el efecto arrastre. Si al coche oficial de Rajoy no le llega la gasolina y optara por disolver las Cortes en 2018, se romperían las ataduras y en el antiguo conservatorio de música de la santacrucera calle de Teobaldo Power sonaría la flauta. Clavijo recibiría un guitarrazo en la cabeza. Semejante imagen concuerda con la idea de una moción de censura técnica, que presentaría una candidatura transitoria de consenso. La dimisión por agotamiento o la cuestión de confianza se antojan incompatibles con la voluntad expresa del presidente, que el 19 de enero concertó un crédito extraordinario y abandonó el pleno endeudado hasta las cejas. En el Ayuntamiento de Icod y en el Cabildo de Lanzarote le han cobrado intereses de demora. Clavijo recogió el guante que le echaron, se sacudió las críticas (“Cada uno de sus compromisos ha terminado en la basura”) y tendió una mano, la que no tenía metida en el bolsillo. No usó el lenguaje del silbo por miedo a que Curbelo se fuera de la lengua. Desde entonces, los hechos le han dado la espalda. “La soledad lo atormenta”, constatan. “Ha ido rompiendo puentes con los que afrontar los verdaderos problemas de Canarias”.

El calendario presagia un trimestre acalorado, entretenido. La clave residirá en la habilidad de coordinación del PSOE, el PP, Podemos y NC. La ordenación del territorio erosiona los acandilados y debilita la base productiva del gabinete de crisis permanente. En estos años, Clavijo ha impulsado ocho proyectos de ley. De ellos, los dos últimos se crearon sin la participación del PSOE: sobre la Universidad del Atlántico Medio y la ampliación de capital. En tramitación se encuentra la derogación del apartado c) del artículo 4.2 de la ley 2/2013, de 29 de mayo, de renovación y modernización turística (28 de agosto de 2016).  Las proposiciones (a iniciativa de los grupos) son el doble, solo una de CC-PNC (conjuntamente con el PSOE y el PP):  sobre la Audiencia de Cuentas. Los socialistas han registrado cuatro, igual cifra que Podemos y dos menos que el PP; ASG, dos y una NC. La mitad está en la nevera: entidad pública empresarial Instituto Tecnológico de Canarias (PP); Fondo de Solidaridad Interinsular de Canarias (ASG);  Fomento de la Colombofilia y Protección de la Paloma Mensajera (ASG); parques infantiles (PP); Audiencia de Cuentas (Podemos); medidas fiscales para la vivienda (PSOE); capitalidad compartida de las ciudades de Las Palmas de Gran Canaria y Santa Cruz de Tenerife (PSOE), y diversificación de los balances positivos del sector turístico (PSOE). A las puertas llama el proyecto de ley de Servicios Sociales, una herencia de la vicepresidenta Patricia Hernández a la consejera Cristina Valido.

El PSOE de Canarias celebrará a mediados de septiembre su décimo tercer congreso. Ángel Víctor Torres cogerá las riendas de la ejecutiva y cabalgará a lomos de la actualidad. La vuelta al cole se presume divertida.

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