educación

Los grupos de WhatsApp del cole vuelven a la carga

Padres, familias y expertos coinciden en la utilidad de los foros, pero destacan que hay que usarlos con prudencia y moderación
Con la llegada de septiembre, los padres reactivan y crean grupos de la plataforma de comunicación. DA

A principios de mes, la conversación en un grupo de WhatsAPP de madres, en Argentina, daba la vuelta al mundo, al celebrar que uno de los compañeros de aula de sus hijos, con Asperger, iba a ser cambiado de curso. Precisamente, esa situación u otra similar que se podría producir también en nuestro país, son las que se deben evitar en las redes sociales ahora que se inicia un nuevo curso escolar. Los expertos, las familias y los propios docentes apoyan así el uso de esta herramienta, pero poniendo por delante siempre el sentido común, la moderación y las prudencia antes de escribir cualquier mensaje. Todo ello, siempre, por el bien de los menores, que son los verdaderos protagonistas de estos foros.

Con la generalización en el uso de esta plataforma de comunicación a través del teléfono móvil, cada vez es más frecuente que al inicio de curso una de las madres de cada clase asuma la tarea de crear un grupo con todas o casi todas -algunas aún se resisten- las madres de los niños de ese grupo. Aunque es cierto que cada vez el padre va cobrando más protagonismo en la educación de los hijos, todavía hoy la mayor parte de las voces que forman estos foros son femeninas.

El fin de esta plataforma es académica, para contribuir, en la medida de lo posible, a la organización de determinados aspectos educativos. Pero lo cierto es que la proliferación en el uso de estos grupos ha venido a aparejada, también, a su mala utilización, en algunos casos. Al respecto, el presidente de la Federación Tinerfeña de Asociación de Padres (Fitapa), Eusebio Dorta, aseguró que el uso de las redes sociales como fórmula de comunicación entre profesores, familias y alumnos “es muy productivo, si es el adecuado”, pero también aclaró que se han detectado malas praxis, “incluso de algunos padres que han puesto en tela de juicio a los profesores”. Por ello, puntualizó que, desde Fitapa, se ha apostado por vías de comunicación en plataformas unidireccionales, que no den pie a demasiado debates. “Lo que hemos visto en Argentina lo podríamos ver en Canarias”, por lo que abogó por utilizar con cuidado estos grupos. Del mismo modo, recomendó a las familias que, en caso de detectar un problema con su hijo, acudan al profesor o al centro, para no perder esa comunicación directa con los responsables de la educación de los niños, en detrimento de los mencionados foros telemáticos. Por último, propuso a los padres no utilizar estos grupos para exceder la invasión hacia el menor, evitando así que el escolar pueda sentirse excesivamente controlado. “Recomendamos cautela, coherencia y que se use solo para casos importantes”, matizó.

Una posición similar defendió el portavoz del sindicato de docentes ANPE, Pedro Crespo, quien se mostró preocupado en que este tipo de herramientas puedan derivar en faltas de respeto o desautorización al profesorado “Si hay dudas, lo mejor es preguntar al profesor”, puntualizó. Incluso, desveló que el pasado curso escolar, a través de este sindicato, se formalizó una denuncia de un profesor por una falta de respeto recibida en un grupo. No obstante, destacó que, bien usada, es “una herramienta, útil y ágil para estar conectados”.

consejos

Prudencia y moderación. Son dos de los consejos que pone sobre la mesa Eva Pellicer, miembro el Colegio Oficial del Psicólogos de Santa Cruz de Tenerife, antes de escribir en los grupos de WhatsApp de los padres. “Lo primero que se ha de tener en cuenta es el objetivo del grupo, que no es otro que transmitir información importante al foto, relacionada con la formación”, apuntó. Añadió que, en ocasiones, se usa para que los padres comprueben la tarea de los niños, lo que, a su juicio, puede provocar que estos no sean responsables con sus obligaciones, negándole así la oportunidad de equivocarse y aprender de ello.

Otra de las recomendaciones es no intervenir si no hay nada importante que aportar en el grupo. Además, recalcó que hay que pronunciarse, con respeto, de igual manera que si se hiciese delante de un profesor. “Tenemos también que evitar la rumorología, tanto a la hora de escribirla como de creer lo que leemos, y mantener una actitud positiva”, aseguró la psicóloga. “Debemos aprovechar las oportunidades de conexión”, pero “hay acudir a la comunicación personal si hay problemas”.

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