buenavista del norte

No hubo ‘referéndum’, pero se ‘masca’ la división

Unos 20 vecinos del caserío acudieron a la convocatoria, aunque se pospuso la consulta por la escasa participación y ahora se propone una vía de diálogo con Buenavista y Santiago del Teide
Una veintena de vecinos, lo que viene a significar menos del 20% del censo de Masca, se reunieron ayer en la asociación de vecinos. Sergio Méndez
Una veintena de vecinos, lo que viene a significar menos del 20% del censo de Masca, se reunieron       ayer en la asociación de vecinos. Sergio Méndez
Una veintena de vecinos, lo que viene a significar menos del 20% del censo de Masca, se reunieron ayer en la asociación de vecinos. Sergio Méndez

No hubo referéndum ni consulta ni nada parecido ayer tarde-noche en el pequeño caserío de Masca, todavía perteneciente al municipio de Buenavista del Norte, de donde algunos de su centenar de habitantes -los que están censados son 96- han propuesto, como ya pasó en los años 50 y 80, independizarse para convertirse en ciudadanos del limítrofe Santiago del Teide.

Hasta el bello paraje del macizo de Teno, el segundo monumento natural más visitado de Tenerife tras Las Cañadas del Teide, nos acercamos ayer tarde, ante tan mediática convocatoria, algunos periodistas, que no fuimos precisamente bien recibidos por unos cuantos vecinos, al considerarnos como culpables de haber avivado el fuego. En la sede de la asociación de vecinos que preside José Riquelme, por si no bastaron sus palabras días antes, pudimos percatarnos de un folio con esta leyenda en su encabezado: “¿Quieres que se inicien los trámites para cambiar del Ayuntamiento de Buenavista a Santiago del Teide? y a continuación un listado para poner nombre, DNI y dos casillas con Sí o No.

Sin embargo, y tras una discusión en el exterior de la sede, justo debajo de la plaza de Masca donde destaca el busto de José Pérez, el que fuera el auténtico alcalde (pedáneo) del pueblo, casi una hora después de la hora prevista para la consulta (siete de la tarde) se procedió a una reunión en la que no pudo estar presente la prensa, y en la que la veintena de vecinos comenzaron discutiendo sobre los asuntos que le preocupan, más casi de manera individual que colectiva, hasta llegar a plantear si era necesario mantener la consulta, posponerla o, como señaló la mayoría, reunirse con los dos ayuntamientos (Buenavista del Norte y Santiago del Teide) y el Cabildo para trasladarles las demandas que han entrado a lo largo del tiempo, como manifestó José Riquelme, y no han tenido respuesta.

Tras una hora y media de reunión, y sin que se levantara acta, el presidente de la asociación de vecinos atendió a los periodistas para decir inicialmente que todavía no se sabía a ciencia cierta si iba a haber votación sobre si tramitar o no la marcha a Santiago del Teide y el abandono de Buenavista del Norte, pero casi sin darse cuenta, los vecinos fueron abandonado el local y recogiendo sillas, por lo que la asamblea quedó finalizada, sin que se votara la anunciada consulta. Para Riquelme, la falta de participación y las dudas generadas en el debate determinaron que se pospusiera la misma, “porque mucha gente mayor no ha podido venir y necesitamos que puedan votar, no que sus hijos lo hagan por ellos”, reconociendo además que no hay unanimidad sobre qué hacer en el proceso, excepto “solicitar una reunión con los dos ayuntamientos y el Cabildo para plantearles nuestras demandas y encontrar una solución”.

Para Riquelme, tres de los problemas que alegan los vecinos de Masca para querer pertenecer a Santiago del Teide se debe a que “Buenavista no atiende las demandas de aparcamientos, acabar con los robos y mejorar la carretera”, tres competencias que precisamente no son municipales, aunque para él “si podrían trasladarlas a las administraciones competentes”. Mientras tanto, en Santiago del Teide, el alcalde Emilio Navarro acudía a misa sin saber si tenía un barrio más en su municipio.

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